Alberto Serna
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Instantes después de que Donald Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos, miles de migrantes que aguardaban en la frontera tamaulipeca para solicitar asilo vieron cómo su sueño se desvanecía. La aplicación CBP One, utilizada para programar citas de ingreso, fue desactivada de manera inmediata, y todas las citas pendientes fueron canceladas.
Este cambio, que marcó un giro radical en la política migratoria estadounidense, y dejó a miles de personas en incertidumbre. La decisión afecta a familias y personas que llevaban meses esperando su oportunidad para cruzar legalmente a Estados Unidos.
La cancelación de citas pendientes generó un ambiente de frustración y desesperanza en los albergues y campamentos fronterizos. Organizaciones de apoyo a migrantes han denunciado que esta medida no solo es abrupta, sino que también deja a miles en condiciones vulnerables, expuestos a peligros como el crimen organizado y la falta de recursos básicos.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos no ha emitido detalles adicionales sobre la desactivación de CBP One ni sobre si habrá alternativas para procesar solicitudes de asilo.
Mientras tanto, el panorama en la frontera mexicana se torna incierto, y miles de migrantes se enfrentan a la difícil decisión de regresar a sus países de origen o quedarse en México, enfrentando riesgos y obstáculos. La situación pone de manifiesto los retos y tensiones que dominarán la política migratoria bajo la nueva administración de Trump.