Adán Echeverría
Este apenas es un intento de biografiar a María Fernanda Centeno Muñoz, con los propios datos que ella misma ha señalado en múltiples entrevistas en radio, televisión, podcast, o que ha escrito en sus redes sociales. Este apunte pretende reunir los fragmentos de vida que la propia entretenedora de televisión ha ido señalando respecto de sí misma, para intentar entender su comportamiento, debido a la polémica del uso de la grafología, por parte de ella, sus alumnos, su madre, su esposo, para juzgar a mujeres y niñas, para intervenir en procesos legales, de guardia custodia de infantes, que ocurre en la Ciudad de México, particularmente en la Fiscalía de aquella entidad.
María Fernanda Centeno Muñoz nace el 29 de diciembre de 1989, es hija de Miguel Ángel Centeno Guadarrama, (fue un proveedor de servicios de seguridad privada hasta 2004, según el Diario Oficial del otrora Distrito Federal) y María del Carmen Muñoz Barroso (quien ha dicho de sí misma que es la primera grafóloga de México y que en el año 2000 aseguró haberse graduado como abogada en la UNAM, aunque su cédula profesional sea del Instituto Ejecutivo Mexicano y del año 2023).
A los 3 años de edad, Maryfer Centeno aprende a leer y escribir (como la misma Sor Juana Inés de la Cruz) y ya analizaba la letra de la maestra Esperancita y cantaba en catalán, pues era políglota. A los 5 años entra a la primaria.
A los 10 años, en sexto de primaria, hacía dietas y padecía bulimia, porque su abuela y madre le comentaban que no podía estar gorda. A los 12 años estudiaba la secundaria y participa en el Colegio Mexicano de Grafología, creado por su madre a principios del 2000.
A los 15 años se desmayaba y creyeron que era epilepsia, “sufría crisis atónicas”, su madre la salvó con la grafología.
A los 19 conoce a su hoy marido y sufre por las ex novias de aquel que “son unas analfabetas, y una de ellas era una chichona que la hacía sentir menos”; su marido le mostraba fotos de ellas, y hasta comían con ellas. En otra entrevista señala que conoció al esposo a los 18 años.
A los 22 años, en el 2011, entra a la Televisión, al programa Hoy; dijo que en ese año aún era virgen y que se estaba titulando de licenciada en derecho, sufría porque las productoras y compañeras de televisión le decían que era gorda.
A los 25 años Maryfer funda su Grafo Café, crea GrafoSlim y pone en práctica el negocio de las Grafoterapias.
A los 26 años publica Grafomaniatics, su primer libro, por editorial Debolsillo (2015), seguido por Grafología en el amor (2017), Arregla tu vida con grafología. Escribe para lograr lo que quieres (2019), Analízate (2022) y ya en el 2024 publica El lado oscuro de la mente humana.
A los 27 años se casó por lo civil con Carlos Marín el novio de toda su vida. Ese mismo año, en el programa Hoy, de Televisa, dice que con la grafoterapia se puede curar el estrés, y también ayuda a dejar de comer por ansiedad.
A los 28 años, en entrevista para MVS, María Fernanda asegura ser abogada por la Escuela Libre de Derecho.
A los 29 años se presenta al programa Entre Mitos y Realidades del Canal Once, en el que dice que es abogada litigante con especialidad en derecho familiar, civil y laboral, y señala que la Grafología es una Neurociencia. En el mismo programa la desmienten.
A los 32 años María Fernanda Centeno Muñoz señala que tuvo que pedirle permiso a su esposo para poder bailar en un concurso de televisión.
A los 34 años, en el 2023, obtiene su cédula profesional por el Tecnológico de Estudios Superiores de Naucalpan (fundado en 1997) como Licenciada en Derecho; ese mismo año en un vídeo en sus redes sociales señala: “Supongo que sí debo tener cierto grado de Asperger”.
Entre 2020 y 2024 habla de los cuerpos de Alfredo Adame (“El único pack que he visto fue el de Alfredo Adame (…) Nunca había visto algo tan pequeño.”), de Niurka Marcos dijo: “tanto cuidarme, tanta monogamia, tan todo, para despertar un día con verrugas porque me puso el trasero en la cara”.
¿Quién es María Fernanda Centeno Muñoz? Una mujer muy confundida. Una persona que perdió el piso ante los reflectores, y que no entendió la responsabilidad de sus dichos en público, y de que los medios de comunicación todo lo guardan. María Fernanda es un constructo, una joven con problemas de bulimia, epilepsia, Asperger; todo sin saberse ni revelarse si está siendo o ha sido atendida por un profesional de la salud mental.
Esto no puede ex culparla de sus actos como una ciudadana que tiene la responsabilidad de respetar el derecho en México, al igual que todos nosotros, por todos los casos en que actualmente está siendo revisada y acusada: usurpar la profesión de abogada por más de diez años, dado que se ha presentado desde 2011 como abogada cuando su cédula profesional apenas la obtuvo en 2023; entregar diagnósticos sobre la salud de otros mediante sus análisis grafológicos; utilizar las grafoterapias, vender libros sobre ésta, engañando al público consumidor de sus libros y terapias, pues cobraba 1400 pesos por terapia, según ha señalado múltiples veces. Y las acusaciones de violencia de género, sobre todas aquellas mujeres y niñas que analizó en sus programas, en sus vídeos, incitando al odio en redes sociales hacia aquellas personas víctimas de sus análisis.