SINGULAR

Por Luis Enrique Arreola Vidal.

Las personas no solo mueren físicamente; mueren verdaderamente cuando su legado es aniquilado, cuando su recuerdo es destrozado y, finalmente, se desvanecen de la memoria colectiva. Esta segunda muerte, la más cruel de todas, ocurre cuando quienes tienen el deber de honrar su historia optan por traicionarla. La destrucción del legado no es solo un acto de olvido, sino de desdén y desprecio, una decisión consciente de borrar no solo lo que alguien fue, sino lo que pudo haber significado para el futuro.

Cuando Egidio Torre Cantú asumió la gubernatura de Tamaulipas tras el brutal asesinato de su hermano Rodolfo Torre Cantú, se esperaba que su mandato representara una continuidad del proyecto transformador que Rodolfo encarnaba. Pero Egidio no solo traicionó ese legado, sino que lo desmanteló, cargando además con una administración plagada de corrupción y escándalos financieros que colocaron al estado en una situación de vulnerabilidad institucional.

Un proyecto asesinado desde la gubernatura.

Rodolfo Torre Cantú no era simplemente el candidato del PRI era el candidato de un hombre de Eugenio Hernández Flores; representaba un plan integral de desarrollo que Eugenio Hernández Flores había iniciado. Con una visión centrada en la consolidación de infraestructura estratégica, desarrollo social y orden urbano, Rodolfo tenía el encargo de dar continuidad y fortalecer esos proyectos. Pero cuando Egidio llegó al poder, no solo los dejó morir, sino que desmanteló cualquier rastro que vinculara a su gobierno con el de su hermano.

Peor aún, Egidio marginó políticamente a los colaboradores cercanos de Rodolfo, quienes fueron exiliados del sistema político estatal. Los reemplazó con operadores mercenarios que estaban con él solo por lo que les pagaba no por un proyecto para el benéfico colectivo del estado. Respondían respondían a su propio círculo, mientras utilizaba el poder para concentrar influencia y recursos a su favor, dejando de lado cualquier propósito de gobierno en beneficio de la ciudadanía.

Corrupción en la administración de Egidio Torre Cantú.

La traición al legado de Rodolfo fue solo una de las muchas sombras que persiguieron el mandato de Egidio. Su administración ha sido objeto de múltiples investigaciones por desvíos millonarios de recursos públicos mediante una red de empresas fantasma, un esquema que marcó uno de los episodios más oscuros en la historia reciente de Tamaulipas.

Red de empresas factureras:
Entre 2012 y 2016, operaron al menos 52 empresas factureras que, en conjunto, habrían provocado un desfalco al erario estatal superior a dos mil millones de pesos. Estas compañías emitieron facturas por servicios inexistentes y estaban registradas en domicilios fiscales en Nuevo León y Ciudad Victoria. La Unidad de Inteligencia Financiera y Económica (UIFE) detectó que muchas de estas empresas fueron creadas por las mismas personas, utilizando incluso al mismo notario público. (Fuente: La Silla Rota)

Implicación de exfuncionarios:
Las investigaciones han derivado en órdenes de aprehensión contra figuras clave de su administración, incluyendo:
• Jorge Silvestre Ábrego Adame, exsecretario de Finanzas.
• Cristóbal Rosal, exsubsecretario de Egresos.

Estos exfuncionarios son señalados como piezas centrales en la operación de esta red de corrupción, que dejó un daño irreversible en las finanzas estatales. Aunque hasta ahora Egidio Torre Cantú no ha sido directamente acusado, la cercanía de estos actores con su círculo de poder lo coloca bajo la lupa de las investigaciones. (Fuente: Aristegui Noticias)

Patrimonio cuestionado:
A estas acusaciones se suma la sospecha de enriquecimiento ilícito. Egidio Torre Cantú es señalado por poseer una mansión en San Pedro Garza García, Nuevo León, valuada en aproximadamente 340 millones de pesos. Este patrimonio, desproporcionado en comparación con su salario como gobernador, ha generado exigencias de actores políticos para investigar el origen de los recursos utilizados en su adquisición. (Fuente: Sin Embargo)

El simbolismo del cambio: de RT a ET.

En un gesto simbólico cargado de desprecio hacia el legado de Rodolfo, Egidio Torre Cantú eliminó la figura de los Representantes Territoriales (RT), un esquema implementado por Eugenio Hernández que llevaba las iniciales de Rodolfo como un tributo tácito a su liderazgo. En su lugar, Egidio introdujo a los Enlaces Territoriales (ET), marcando una ruptura definitiva con la estructura que su hermano había dejado. Esta decisión no fue meramente técnica, sino una declaración de intenciones: borrar cualquier vestigio de la influencia de Rodolfo en el gobierno estatal.

La traición al PRI, a su familia y el pacto con el PAN.

La traición de Egidio no se limitó a su hermano y a su familia; también alcanzó al PRI en su conjunto.

En la elección federal de 2015, el Comité Ejecutivo Nacional del PRI propuso a Graciela de la Garza Montoto, viuda de Rodolfo Torre, para una diputación federal. Fuentes del partido señalan que fue Egidio quien vetó a su cuñada para impedir su postulación, exigiendo que esa posición fuera ocupada por Monserrat Alicia Arcos Velázquez, una aliada maderense cercana a él.

Además, Egidio consolidó un pacto con Miguel Ángel Osorio Chong para entregar Tamaulipas al PAN. En la elección de 2016, mientras Baltazar Hinojosa representaba al PRI, la estructura estatal operaba a favor de Francisco García Cabeza de Vaca, del PAN. Este acuerdo marcó el principio del fin del PRI en Tamaulipas, sellando su derrota en el estado.

Conclusión: Egidio, el verdugo del legado y el cómplice de la corrupción.

Egidio Torre Cantú será recordado no como un gobernador que arribó en el proyecto de su hermano, sino como el hombre que lo destruyó. Su administración estuvo marcada por la traición, la corrupción y el abandono de proyectos que pudieron transformar Tamaulipas. Entre desvíos millonarios, traiciones políticas y un manejo simbólico de poder que buscaba borrar la memoria de Rodolfo, Egidio dejó un estado fracturado.

Más que un político, Egidio será recordado como el verdugo de un legado que prometía un futuro mejor.
Continuará…