Por René Martínez Bravo
No es fácil encontrar liderazgos auténticos, porque no cualquiera tiene vocación de servir, la mayoría que intentan buscar posiciones en gobierno, ya sea vía electoral o la burocracia, lo hacen por ambición de poder, y de allí, usarlo como conducto al enriquecimiento ilícito, no puede ser de otra manera, porque la función pública o el servicio público, no debe ser para servirse, sino para servir, y esto último, solo liderazgos auténticos lo poseen, porque quien se arrima al poder y la administración pública para beneficio propio, miente, roba y engaña al pueblo, como dice la máxima de MORENA y bandera de Andrés Manuel López Obrador.
El expresidente ya se fue a su rancho, dejó un partido fuerte, invencible casi, con diversas corrientes políticas, muy diversas, muchas en confrontación, tanto, que si no hay acuerdo, el movimiento corre el riego de terminar como el Partido de la Revolución Democrática (PRD), aniquilado, en la nada, las ambiciones y malas pasiones lo exterminaron.
Las ideologías quedaron «stand by» , y el pragmatismo dominó en cada rincón del movimiento, y se vale, claro que si, pero se espera que los recién llegados se comporten conforme estatutos, valores, ética y principios – No Robar-No Mentir – No engañar al Pueblo, y la verdad, están muy distantes de lograrlo, es la percepción general.
La gran ventaja que aún tiene MORENA y la 4T, es que el pueblo aún cree en las promesas de los guindos, y es por dos cosas, la primera, es gracias a quien se fue a «LA CHINGADA», cumplió a su gente en una gran proporción, lo de «Primero los Pobres», a pie juntillas lo respetó, en todos los sentidos, y segundo, la oposición, (¿cual?,) sigue extraviada, sin timón ni credibilidad, y ni siquiera esperanza de que dieran alguna sorpresa, no hay cambio entre ellos, siguen los mismos corruptos, impresentables aborrecidos por el respetable. Nada que hacer ahí.
Por ello, MORENA, a pesar de pesares y sus detractores, sigue en el ánimo popular y con mucho futuro aún, el liderazgo de Claudia Sheinbaum en la Presidencia y María Luisa Alcalde en la dirigencia del partido, lo fortalecen, son auténticas luchadoras sociales, de liderazgo único, de ésos que pocas veces se ven, como el maestro, el Macuspano.
El tema principal de esta columna, es sin duda sobre los liderazgos que hemos tenido el privilegio de conocer, algunos desde sus inicios, otros ya hechos, fortalecidos, con prestigio real, no inflados, mucho menos inventados, y los ha habido en todo el país, y en el mundo entero, y por supuesto en regiones, como en nuestro estado con Américo Villarreal Anaya, gobernador humanista y amante de su tierra.
Tuve la fortuna de conocer personalmente a uno de esos líderes, «face to face», allá por los 90’s, fortaleció a un partido político, que si bien fue fundado allá por el año de 1954, y considerado «palero» del partido oficial, como siempre los hay, durante su gestión como presidente del mismo, pudo imprimirle su personalidad, y así como hizo Andrés Manuel con el PRD y MORENA, el Chale Boy, que gracias al carisma que le acompañó en aquel tiempo, 80-90’s, su espontaneidad auténtica y pasión sin igual, logró, con el apoyo del pueblo, darle presencia y respeto nacional a ese Instituto Político, el Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, convenció por su discurso limpio, llano, sincero, generoso, pero congruente con su actuar, buscando siempre el bienestar común, de los más necesitados, deben saber que me refiero al Lic. Carlos E. Cantú Rosas «El Chale Boy», de Nuevo Laredo, Tamaulipas.
«El Chale Boy», presidente del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, PARM, en los 80 ‘s, incluso, se asegura, que al postular a su candidato a Presidente de la República, el Ing. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, le ganó la elección al usurpador Carlos Salinas de Gortari, allá en el 88, fuimos testigos, como el PRIAN iniciaba su amasiato, el PAN apoyó al PRI para cometer el fraude más monumental de la historia. Le arrebataron al Ingeniero Cárdenas y al PARM y otros partidos de izquierda, un triunfo que fácilmente era inobjetable.
Volviendo al tema del liderazgo, los verdaderos, los auténticos, no se encuentran fácilmente.
Afortunadamente, Carlos E. Cantú Rosas, sembró en tierra fértil, y dejó su simiente para la posteridad, sus hijos, Carmen Canturosas y Carlos, son fieles representantes y portadores de su ADN, por ello, los ciudadanos de esta frontera están más que seguros que bajo la dirigencia de su alcaldesa y el apoyo de su hermano el diputado federal, están en buenas manos, no en balde les entregaron su confianza, a Carmen en la reelección, y a Carlos en la diputaciin federal.
Hablar de esta joven mancuerna en base a encuestas, no es necesario, que la aprobación la tienen sin duda, pero por eso ni es necesario, ya que el ciudadano de a pie, el que es beneficiado en todos los rubros y todos los días por los herederos del Chale Boy, no se requiere repetirles la aceptación que tienen, ya que ellos formaron parte de dichos resultados al responder la medición.
Antes de terminar mis textos, les comento que vi un video de El Chale Boy, grabado en los 90 ‘s, el énfasis de su discurso, espontáneo, improvisado y muy apasionado, me trajo recuerdos gratos, de cuando los políticos eran de verdad, no hechos al vapor, ni de cristal, ni fatuos ni falsos, hipócritas, cínicos y corruptos.
El video fue cuando la fundación de la colonia «Nueva Era», y al final del mismo, lo vimos cuando se apersonó en Reynosa por la misma época, para apoyar a los transportistas de aquel entonces, que eran atropellados, abusados, vejados por caciques opresores y sinvergüenzas, siempre por las causas nobles, buscando justicia.
Su semilla, su ADN, aquí sigue, Carmen Lilia y Carlos Canturosas, no los pierdan de vista… Por favor