Reflector/ Gilda R. Terán.
Como ya estaban anunciados los rumores de cambios de gabinete estatal, se hicieron
realidad, en este tenor de oficializar el gobernador Américo Villarreal Anaya, da
conocimiento del arribo de funcionarios a áreas estratégicas de su administración.
Por lo pronto, ya se esperaba el arribo de Jesús Lavín Veràstegui a la Secretaria de
Finanzas, quien llega con una vasta experiencia como servidor público en estas lides de los
números y cuentas, que le sabe al “teje y maneje” de la administración.
Es un buen tipo, que además tiene el don de enriquecer las relaciones humanas, tanto dentro
y fuera de la esfera gubernamental, por lo que se augura un buen manejo en el ambiente de
trabajo, que conlleva a una alta productividad laboral.
Y a la Secretaria de Administración, llega Luisa Manautou Galván, que anteriormente se
desempeñaba como Directora del IPSSSET, por lo tanto llega a esta área para continuar con
templanza y mesura sus funciones, quien se ha caracterizado por trabajar con estas virtudes.
Además, al Instituto de la Mujer, aterriza Marcia Benavides Villafranca, quien es una joven
abogada, con un amplio historial en el servicio público, en donde siempre se destacó por el
genuino espíritu de servir.
Marcia, es una mujer humanitaria, con una gran capacidad para accionar, y una gestora
incansable para cumplir sus compromisos, se mueve como “pez en el agua”, en estos temas
de ayudar a las mujeres en situaciones vulnerables, en este sentido se augura que hará honor
a sus funciones de la protección de las féminas.
Entre otros cambios están el de Carolina Martínez Molano, quien estará a cargo de
Subsecretaria de Trabajo y Previsión Social, además Abelardo Flores llega a la Delegación
de la zona sur de la Secretaria de Economía.
No obstante, a pesar de estos movimientos, se continúa con las evaluaciones del trabajo de
todos los colaboradores de este gobierno de la transformación, por lo tanto seguirán en
puerta posibles cambios o enroques en esta administración estatal.
UAT, APOYA A ESTUDIANTES CON DISCACIDAD.
Con la nueva visión humanista, que el Rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas,
ha sellado esta casa máxima de estudios, buscan impulsar a los estudiantes que cursen
algún tipo de discapacidad, para que continúen con sus estudios.
En este sentido Dámaso Anaya, Rector de la UAT, está convocando a estudiantes de nuevo
ingreso de bachillerato, licenciatura o postgrado, ingreso a las convocatorias para
aspirantes a las becas para personas con discapacidad.
La meta es conformar a las personas que tengan alguna condición de discapacidad, unos
futuros profesionistas que puedan aportar mucho a la sociedad con sus conocimientos
adquiridos durante su carrera.
Y es hoy por hoy la UAT, impera la vanguardia en el desarrollo del potencial humano de
los estudiantes, y que en esta nueva era de la UAT, prevalece un Código de Ética de
Valores para lograr una transformación empática de la máxima casa de estudios.
“NO HAY MAL QUE DURE CIEN AÑOS…….”
En esta estancia terrenal hay un adagio que dice “no hay mal que dure cien años ni cuerpo
que lo resista”, pero para muchos solo son palabras de consuelo y para otros tiempos de
desesperanza, en el que perciben solo un final desalentador.
Pero no se preocupe, todo acabará algún día solo tiene que sobrevivir el tiempo suficiente,
ya que hasta las sendas más vertiginosas, terminan cuando llega el final, tal vez sobrevenga
el abatimiento físico y mental el cual se asemeja a un túnel sin salida.
Y si somos permisivos a estos males, en su estadía serán típicas las situaciones de alto
estrés, en donde el cuerpo reacciona poniéndose en estado de alerta, y la verdad es que no
todos nos tomamos igual las dificultades que se nos ponen enfrente, pero todos tenemos
piedras en el camino y preocupaciones que quisiéramos evitar.
Hay personas que consiguen sobrellevar los obstáculos eficazmente y otras a las que el
cúmulo de problemas les parece como un gigante aterrador, que les roba y aniquila su
fuerza emocional.
Es normal que se sienta fragilizado, ya que en ocasiones los miedos que hemos
experimentado en algún momento de nuestras vidas, se presentan como días nublados a
los cuales no podemos vencer, en vez de percibirlos solo como vendavales sin rumbo.
Hay que tomar en cuenta, que en ocasiones el temor nos paraliza, y podemos hasta generar
situaciones imaginarias, que nos impide ver la realidad y por lo tanto no actuar, ya que este
mecanismo se activa con frecuencia cuando no tenemos control de una situación, o cuando
no sabemos qué puede pasar en el futuro porque algún aspecto que nos daba seguridad se
ha modificado.
Y bueno, hasta cierto punto, es un instinto natural huir de lo que nos da miedo y buscar para
abrazar lo que nos da seguridad, y como queremos sentirnos seguros, la mente quiere
anticipar situaciones trayéndolas al presente en los pensamientos, para intentar controlarlos.
Consideremos que a lo largo de nuestra vida, muchas veces tenemos que enfrentarnos a
situaciones difíciles e imposibles de superar humanamente hablando, ellas se levantan
contra nosotros intentando no sólo afectarnos en lo físico- emocional, sino también en lo
espiritual.
Y es que en el diario vivir, con frecuencia, se nos acercan monumentales chaparrales y a
veces se quieren quedarse instalados en nosotros, entre estos pueden ser emociones, como:
el miedo, desánimo, rabia, tristeza, impaciencia, pesimismo, depresión, envidia,
enfermedades, etc.
Debe de saber que estos estados emocionales si se le permite por largo plazo su
permanencia en nuestras vidas, alimentándolos en lugar de combatirlos, derivará en
afectación de nuestra salud física-mental, espiritual, en si enfermedades que pueden
estancarse para aniquilar el alma.
Pero hay una verdad incuestionable, en la cual no importa cuán profundo parezca que
estamos sumergidos por los problemas y las dificultades; siempre tendremos la esperanza
que con Cristo podemos comenzar de nuevo.
Lo único que necesitamos es creer que para el Salvador de este mundo, no hay nada
imposible, ya que todo lo que para el hombre es imposible para Dios es posible. Mateo 19:
26, no importa cuánto se demore sigua esperando los tiempos perfectos.
Tenga la fe que Dios quiere darnos descanso, y regalarnos su paz en medio de la tormenta,
no se aflija solo confíe en Jesucristo entréguele a él sus cargas, 1a. Pedro 5: 7 “echando
toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros” y es que para poder
pensar con claridad en medio de los problemas necesitamos estar en paz con nosotros
mismos.
“Con Jesucristo somos más que vencedores”.
Nos vemos hasta la próxima.
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