La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

El 13 de enero de 1927 –solo tres años después de la victoriosa huelga de El Águila– ocurrió la tragedia obrera más terrible en el moderno mundo laboral mexicano: el incendio del buque cisterna inglés Essex Isles, cuando realizaba trabajos de carga de combustibles en las instalaciones del Main Depot de la Compañía Petrolera El Águila.
Fue un infierno.
Murieron 25 trabajadores.
Y fue ocultado el número de heridos.
Nadie se atreve a precisar el número.
Dicen las crónicas, que el accidente inició a las once de la mañana, cuando una grúa que realizaba movimientos para auxiliar en la jornada del Main Depot, golpeó una estructura metálica provocando una chispa que generó una explosión que devino en gigantescas llamas que consumieron casi totalmente las 3 mil 500 toneladas de hidrocarburos y los cuerpos de decenas obreros petroleros.
Los trabajadores, tenían la tarea de consolidar su organización sindical. Fue el inicio de los trabajos por una agrupación de sindicato de empresa, a sindicato de industria: es decir de pasar de una organización local a una agrupación nacional.
Las condiciones de trabajo a 3 años de la combativa y aleccionadora huelga de El Águila expuestas por el incendio no estaban del todo cumplidas. Mostraban una circunstancia: el cumplimiento del Artículo 123 y todos los logros otorgados por la Constitución a diez años de su promulgación, era letra que sólo se acataban en función de la correlación de fuerzas y en la capacidad de los trabajadores de ejercer presión contra las emergentes transnacionales.
No es especulación, afirmar que este lamentable hecho en Villa Cecilia es una de las causas de la transformación del Sindicato de los Trabajadores Petroleros de la Compañía El Águila en Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM).
Justo ese año, el sindicato realizó un homenaje con un obelisco en donde se leen los siguientes nombres:
–Sergio Vega, Isidro Banda, Pablo Rivera, Alfredo Ruiz, Pedro Araiza, Pedro Guevara, Martín Flores, Miguel Guzmán, Gregorio Vega, Hilario Zúñiga, Antonio Rivera, Melitón Rivera, Nicolás Bolaños, Benito Martínez, Miguel González, Mariano Delgado, José Montelongo, Juan S. Hernández, Eduardo C., Antonio Cisneros, Gabriel González, Aurelio González, Indalecio Marfil, Norberto Rodríguez y Concepción Estrada.
Está en el cementerio de Árbol Grande de ciudad Madero.
Se le conoce como la Piedra de los Quemados.
Joaquín Hernandéz Galicia, con el olfato político que le caracterizó cada 13 de enero conmemoró el acontecimiento. Miles de trabajadores, marchaban por las calles de ciudad Madero para recordar a los mártires petroleros.
Desplazado el quinismo, los dirigentes que los relevaron en el cargo, sospechosamente, suspendieron ese día que ya se había escrito en las efemérides del STPRM.
Vale la pena recordar a los héroes del Essex Isles, a 98 años de su partida.