Termino un año que no fue fácil, de hecho, fue muy complicado para la mayoría de los mexicanos que, como dijera Doña JUANITA, no sintieron lo duro sino lo tupido, es decir, batallaron mucho para sacar a sus familias adelante.

Fueron muchos los desencantos para el pueblo mexicano en el 2024 pero más las calamidades que se registraron, la violencia galopando libremente en todo el territorio nacional, de hecho, fue el año más violento de los tiempos modernos, además, aumento la pobreza, el índice en desempleo fue alto, la canasta básica subió su costo, la gasolina, gas LP, agua y luz igual tuvieron incremento.

Pero bueno, termino 2024, los mexicanos tienen la esperan de que el año que inicia sea mejor que el que se fue, el día 31 de diciembre al sonar las doce campanadas que anunciaban el 2025 creyente y hasta escépticos seguramente pidieron que se tenga salud, seguridad, empleo, prosperidad.

Inicio el 2025 y ya se comienza a sentir la resaca, en algunos casos por el alcohol ingerido para la celebración de fin de año aún se siente, pero buena parte del pueblo mexicano la sentirá por lo menos los primeros 30 días del año, ya que pase la euforia de la fiesta y sé que termino el recalentado, claro, donde se tuvo oportunidad de celebrar pues hay hogares donde solo fue un triste día mas.

Cierto es que la mayoría de los mexicanos, desde hoy, ya traerán el santo de cabeza, es decir, están preocupados y solicitando milagros, hasta pidiendo fiado y prestado para llegar al 15 de enero, claro, los que tienen un trabajo asegurado, el resto andan peor.

Buena parte del pueblo mexicano en este enero, como dijera doña JUANA, no se sienten lo duro sino lo tupido, porque se gastaron lo poco que tenían en la navidad y ahora sufren, pues hay cuentas por pagar, gas, luz, agua, aparte de que no les alcanza para a la familia alimentar.

Lo peor es que las altas luminarias del poder, las que son las causantes de la mayoría de las desgracias que se sufren en este bello país, cínicamente se burlan del pueblo haciendo promesas que, como sucede casi siempre, no tienen ni siquiera la intención de cumplir.

Claro, muchas veces está en las personas el prever para luego no padecer, y no se puede culpar siempre a las altas luminarias del poder, el problema es que la mayoría de las veces no se tienen las condiciones para que la gente tenga algo para hacerle frente a la cuesta de enero.

En esta ocasión porque el 2024 no fue el mejor, hubo mucho desempleo, inseguridad, economías a la baja, y para colmo, en algunas regiones del país hasta la madre naturaleza fue severa provocando desastres naturales.

En fin, la situación es que termino el 2024, un año con más promesas de campaña que beneficios para el pueblo. Un año que pego fuerte, negativamente, en la economía de los mexicanos, aparte, aumento la violencia en el país. Un año en el que las altas luminarias del poder desaparecieron Instituciones y fideicomisos solo porque se les antojó. Un año donde el sistema nacional aplaude que se llegaron más remesas en lugar de preocuparse porque cada vez son más los mexicanos que abandonan su tierra porque no tienen las condiciones para alimentar a su familia.

Con la llegada del 2025, renacen las ilusiones, se tiene esperanza de que se tenga un buen año para todos. Cierto, no basta solo desear, se tiene que trabajar para que las cosas sucedan, ojalá todos los mexicanos cuenteen con las condiciones adecuadas para que tengan paz, bienestar y prosperidad.