Adán Echeverría
«Para que un movimiento armado comience
se necesitan varias condiciones: que haya pobreza,
que haya orientación revolucionaria y que haya un mal gobierno»
Lucio Cabañas
La Navidad del 2018 fue la primera que los mexicanos vivimos bajo el gobierno de la 4T. Este 2024 hemos celebrado la séptima de estas fiestas navideñas. La Navidad es la conmemoración del nacimiento de Jesús de Nazaret, alias El Cristo, cuya vida, historia y mensajes dividió la historia de la humanidad en un antes y un después de.
Este año la oposición ha desatado toda una campaña contra la presidenta Claudia señalando su origen judío como si de un mal se tratara, se olvidan de que Jesús alias el Cristo era judío. Se olvidan también de que Jesús no formó una nueva religión; la institución católica cristiana, así como la cristiana ortodoxa surgen cuando el imperio romano y alguno de sus emperadores deciden convertirse al cristianismo, y denominarla religión de estado.
Esa furia opositora de los hipócritas de los partidos que ya no se encuentran en el poder se ha dado no solo por el origen judío de Claudia Sheinbaum, sino por esa insistencia tan fanática, al estilo gringo que “dios le pertenece a alguien”: dios es blanco, dios es hombre, dios es europeo, dios es grecorromano, dios no es judío, dios no quiere a los morenos, dios le ha dado a los blancos el derecho por encima de todos los demás grupos sociales cuya piel no es blanca, y cuyo origen no proviene de Europa.
La furia opositora se ha dado en estas navidades porque insisten en impedirnos decir: “felices fiestas”, porque para estos opositores, a quienes se les ha limitado los recursos económicos que fluían a sus cuentas por millones al mes desde el erario, para estos opositores los mexicanos tienen que decir: “feliz Navidad”, el gobierno tiene que decir: “feliz Navidad” en todos sus actos. Lo cual, desde luego es de risa en un país cuyo gobierno es “laico”.
No hay que olvidarlo: la laicidad del gobierno pretende el respeto al pluriculturalismo que define a la sociedad mexicana, un país de 130 millones de habitantes, en la que los mexicanos tienen libertad de cultos, libertad de expresión. En México hay mexicanos judíos, hay mexicanos musulmanes, hay mexicanos budistas, hay mexicanos de muchas ramas del cristianismo, hay mexicanos de la Regla de Ocha, además de mexicanos agnósticos, ateos, y católicos; el gobierno y las leyes son para todos, la educación es para todos.
Felices fiestas es lo que el gobierno hace bien en señalar en cada uno de sus anuncios en radio, prensa y televisión, y debe ser un ejemplo para que todos los burócratas, todos los maestros de cualquier nivel educativo deben enseñarle a sus alumnas y alumnos a decir Felices Fiestas, a respetar las religiones de cada uno de sus alumnos y sus familias; y hacerlo no es indicativo de que en su vida personal puedan tener la creencia que quieran. Pero siempre será un error ser un maestro, ser una maestra, ser una institución educativa pública y hacer celebraciones católico-cristianas dentro de los planteles educativos.
Recuerden siempre: el gobierno en México es laico, la educación en México es laica, y así es como debe permanecer. Felices fiestas a todos, feliz Navidad a todos los creyentes en Jesús alias el Cristo.