ORBE
Ma. Teresa Medina Marroquín.-
¿QUIÉNES HAN FALLADO? ¿LOS RELIGIOSOS O LOS POLÍTICOS?
¿O LA PROPIA HUMANIDAD?
Para finalizar el 2024, el planeta, con sus 8 mil millones de seres humanos,
también concluye este ciclo con la noticia de que las principales religiones
del mundo, que suman más de 6 mil millones de creyentes, principalmente
cristianos, islámicos, judaístas, hinduistas y budistas, se han topado con el
más grande muro de rechazo a la espiritualidad.
En otras palabras: que el 75% de la humanidad profese formalmente una
religión no ha servido de mucho a efecto de que el planeta deje de
convulsionarse en medio de guerras y graves disputas políticas y
comerciales, como la que (se cree) pronto se desatará en México, cuando el
magnate y político republicano Donald Trump asuma el 20 de enero la
Presidencia de los Estados Unidos de América.
¿Estamos tratando de decir, de alguna forma, que los más grandes líderes
religiosos han fallado en sus afanes místicos y espirituales?
La respuesta no puede ser un simple sí, ni tampoco un no, cuando de por
medio, y por razones bastante complejas, pero inhumanas, el mundo ha
visto que ciertos líderes mundiales han propiciado que la Navidad
recientemente celebrada se haya festejado (acusan no pocos) con uno de
los genocidios más terribles que se hayan visto en las últimas décadas.
Esto es, la matanza de miles de niños (independiente de gente adulta) en la
llamada Franja de Gaza; una zona donde, algunos analistas internacionales
definen a un Herodes moderno privando de la vida a inocentes que no la
debían ni la temían, como solemos decir aquí en México.
Las religiones entonces, por grandes y esperanzadores mensajes que
difundan por el mundo, se han topado con la bestialidad de la guerra que
definitivamente se niega a humanizar a la raza humana.
Y a que el mensaje, que por ejemplo predica el cristianismo, en todo su
conjunto de corrientes en que se divide, no prospere, pues el niño Jesús
desde el pesebre, como el Hijo del Hombre llamado Jesucristo, dejaron de
ser adorados.
LA INCAPACIDAD DE LA HUMANIDAD PARA ELEGIR BUENOS
GOBIERNOS
Una de las vertientes de la realidad a la que se enfrenta la humanidad es
que sus líderes mundiales son muy religiosos, pero carecen totalmente de la
espiritualidad que predican las religiones.
En contraposición, la humanidad, al menos ese 75% que profesa diversas
religiones, no parece tampoco ser tan eficaz para que, en medio de
contextos democráticos, sean capaces de elegir a gobiernos que al final no
resulten en cúpulas de poderes autoritarios y corruptos.
Estas son las características del 2024 que estamos despidiendo y las
mismas que parece presentará 2025, recrudeciéndose una serie de
conflictos y fenómenos que la comunidad internacional ya no soporta.
Y cuyos autores, crueles e insensibles, no sólo son ineficaces, sino que
también hacen mal uso de los recursos públicos, al extremo que suelen
robárselos con la certeza de que no serán acusados, mucho menos
perseguidos por tales acciones criminales.
Pese a todo, no perdamos la esperanza, recordando que un poquito que
todas y todos aportemos a la humanidad, será de enorme beneficio,
considerando –sobre todo– que nuestra presencia en este mundo no es
una simple casualidad sino un proyecto diseñado por la inteligencia
sobrenatural que suele no entenderse, pero que percibimos todos los días.
Bienvenido entonces el año 2025, esperando que nosotros mismos seamos
capaces de revertir esa tendencia destructiva, cuyo afán es volver todo una
mercancía de venta, viendo al ser humano como un objeto y no como un
sujeto.
¿CÓMO DESPIDEN EL AÑO LAS INSTITUCIONES DE TAMAULIPAS?
En Tamaulipas las instituciones, comenzando por el Gobierno del Estado,
encabezado por el Dr. Américo Villarreal Anaya, concluyen el año
destacando grandes esfuerzos a pesar de las adversidades. Otro ejemplo lo
demuestra el rector de la UAT, Dámaso Anaya Alvarado, transformado a la
máxima casa de estudios y ubicándola en un futuro de alta competitividad.
¡Feliz Año!
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