El Patinadero                    

Juan Antonio Montoya Báez

Dicen que los mejores jefes son los contadores y más si son tamaulipecos, claro hay de todo, pero hemos conocido algunos de esos jefes.

Por ejemplo, RAÚL HERNÁNDEZ CHAVARRÍA, quien fuera Auditor Superior del Estado en el Sexenio de EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES y después tuvo un paso efímero en la Unidad de Inteligencia Financiera en el sexenio de AMÉRICO VILLARREAL ANAYA donde no alcanzó ni hacer su primera fiesta navideña.

RAÚL tiene un despacho de contadores con base a la ciudad de Tampico, pero realiza trabajos para todo el país, tiene clientes en la ciudad de México, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro y Coahuila, pues su especialidad son las auditorías y pago de impuestos con el Sistema de Administración Tributaria.

Tiene buenas relaciones con los enlaces en el SAT, sabe que botones accionar, puertas que abrir y en donde aplicar aceite para que no rechinen.

Las fiestas navideñas que hacía cuando estaba al frente de la ASE era muy comentadas por los regalos que entregaba a sus colaboradores.

En su despacho también hacía lo mismo, es un hombre generoso con todos sus colabores más cercanos.

Hay una historia de un generoso proveedor del Gobierno Estatal que cada Navidad hacía llegar un ostentoso regalo a la oficina del Secretario y su señora, siempre era cintos, lentes, plumas, bolsos de mano y relojes de marca.

Cuando el funcionario dejo la oficina, se encontró al constructor y le preguntó porque esa Navidad no había mandado nada, la respuesta fue muy simple:

  • Ahí lo deje en la oficina de Obras Públicas.

Ahora imaginemos el tamaño del agradecimiento que recibió este año el titular de Obras Públicas, PEDRO CEPEDA ANAYA, por todos los negocios turbios que realiza desde la dependencia, los contratos arreglados. Es todo un robo en las licitaciones.

Los mismos negocios que se hacen en la Secretaria de Recursos Hidráulicos, donde su titular RAÚL QUIROGA ALVÁREZ recobra el control de los organismos del agua, más que nada para tener en sus manos el manejo de los recursos, nunca fue para mejorar el servicio, ni que dejarán de robar los alcaldes.

Es simplemente que las manchas se quedarán en otras áreas, ahora le toca a la contralora NORMA PEDRAZA ANAYA apretar un poco las tuercas para limpiar la suciedad que brota en esas dependencias.

Ahora, no hemos escuchado buenos comentarios que las posadas realizadas en las diferentes dependencias, los regalos a los empleados no fueron buenos y pocos, llegó un Santa Claus muy negativo.

Siempre es válida cualquier opinión, pero el recuento de las posadas no fue bueno y menos cuando hasta la cena que entregaron fue muy mala. Eso de regale afecto y no lo compre en este caso no funciona.

Muchos burócratas tuvieron que realizar sus propias cenas, organizaron su fiesta y compraron sus propios regalos. Fue una cooperación por la alegría.

Ninguna de esas fiestas se pareció a la que realizó una jefa a su equipo de colaboradores les regaló un IPhone 16 Pro. Es una contadora y claro por supuesto que si tenía que ser de Tamaulipas de acuerdo a las versiones publicadas en las redes sociales.

Estamos muy lejos de aquellas posadas navideñas del pasado, cuando a los trabajadores hasta automóviles les rifaban, eran otros sexenios, eran administraciones priístas donde robaban más, pero que con todo y eso ENRIQUE PEÑA NIETO nos dejó una deuda de 10.5 billones de pesos y ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR la coloca en casi 17 billones de pesos. Todo crece en proporción.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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