DESDE ESTA ESQUINA.
MELITON GUEVARA CASTILLO.

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Comer es una necesidad esencial para disfrutar la vida; y comer bien, es mejor para la
salud. Buena parte de las enfermedades aparecen porque nuestra comida no es la correcta,
por eso hay, al menos entre los mexicanos mucha obesidad, diabetes y problemas del
corazón, entre otros y que son culpables de buena parte de los fallecimientos en el país. Hay
una paradoja: unos se enferman por comer mucho, porque no saben comer; otros, por lo
contrario, porque no tienen que comer.
Hoy toco el tema porque la semana pasada en un grupo de WhatsApp un amigo dijo: tengo
problemas con el colesterol y los triglicéridos y no me quiero tomar la pastilla que me
prescribe el médico, y pregunto: ¿Qué remedio natural me recomiendan? Y claro, sobraron
los consejos y las recomendaciones, que un licuado de avena, que probara te de algunas
hierbas, etcétera. En mi caso, le recomendé una dieta, pero que significa un cambio de
hábitos alimenticios.
DIOS PROVEE.
Recuerdo que hace años visite a un amigo, que tenia pocos años de casado. Nos invito a
comer a Martha y a mí; ya en el comedor, la señora coloca o distribuye varios guisos para
que nos sirviéramos al gusto. Mi gusto, confeso: mi esposa es muy buena cocinera, yo me
como todo lo que me prepara y sirve. No me van a creer, pero al paso del tiempo, hasta le
compartí mi dieta, porque en sus análisis médicos había síntomas de disfunciones, que era
necesario bajar de peso. Hoy, ese amigo, casi es vegetariano y esta en su peso normal.
Dios provee, efectivamente, hagan de cuenta es lo que mi amigo pensaba. Sin embargo, un
primo, que tenia como actividad colateral ser parte de una iglesia cristiana, tenia esa
premisa: comer todo lo que había en la mesa, porque Dios, provee, provee, provee. Al paso
de los años, aumento de peso y al cumplir 62 años, el médico le recomendó que bajara de
peso, no le sirvió la dieta, le falto voluntad y se tuvo que operar… el daño, sin embargo, ya
estaba hecho: a los pocos meses falleció.
EDUCACION ALIMENTICIA.
Desde que estudiamos la primaria, al menos a mi generación, nos enseñaron la pirámide
educativa; la esencia esta en la combinación de carbohidratos, proteínas, así como frutas y
verduras. Por lo regular la dieta integra mas carbohidratos y proteínas, y nada de verduras.
Un día, una amiga me pregunto: ¿Por qué no me compra mis platos de comida? Me
justique, no porque eso es veneno para mí, imaginen: milanesa de res o de pollo
empanizada, arroz, papa y de pronto un puño de frijoles enteros. Hasta 3 carbohidratos,
una proteína y nada de verduras. Me dijo: eso me piden mis clientes.
Y en las reuniones sociales sucede igual: un día un compadre festejo su cumpleaños, fue
cena: asado de puerco, carne de puerco en salsa verde, picadillo, frijoles charros, arroz y
eso sí, mucha cerveza y botellas de vino. En casos como estos, créanme, prefiero no comer.

Ese es el problema de medio mundo, incluso hasta en los restaurants, sus platos no están
integrados con la pirámide alimenticia. La consecuencia, a largo plazo, es la obesidad, la
diabetes y los problemas del corazón.
DIABETICO CONTROLADO.
Quienes me conocen, bien lo saben: soy un diabético controlado, significa que el rango de
mi glucosa y otros datos médicos, están dentro del rango permitido. ¿Cómo lo logro? Pues
el camino es muy fácil: comer bien, seguir las instrucciones de la nutrióloga en relación con
los alimentos, tomar mis pastillas, caminar todos los días y, dos días a la semana, asistir a
clases de yoga de silla…comer bien, significa, comer a la semana una sola vez carne roja
(de pronto, dos), comer mas pescados y mariscos, pollo sin cuero (100 gramos de la
proteína). Y en cada comida, solo un carbohidrato: dos tortillas, o un poco de frijoles, o un
poco de arroz, nada de papa. El café, negro, sin azúcar.
El problema con la alimentación y los enfermos, por decir, los diabéticos, hay cada caso.
Un tío, bien que lo recuerdo, decía que con una caguama se bajaba la azúcar, ya falleció.
Un alumno, en la universidad, me dijo que su abuelita había matado a su papa: todos los
días, en la tarde, le daba una coca con una pieza de pan, y que el decía: abuelita, eso le hace
daño, dice el medio… deja, de algo se va a morir. Y efectivamente, se murió joven, por los
estragos del azúcar.
VOLUNTAD.
Yo espero que mi amigo, el que tiene problemas del colesterol, haga caso: puede bajarlos
con remedios caseros, pero al rato vuelven si sigue alimentándose porque Dios provee o
porque su esposa es buena cocinera o porque le gusta comer de todo. Es cuestión de
empezar y te acostumbras: no me gustaban las espinacas, ahora siempre que puedo las
consumo.