La Comuna

José Ángel Solorio Martínez

La vigilante de la IV T, para que nadie vulnere el principio de no robar, en la administración de Américo Villarreal Anaya, Norma Angélica Pedraza Melo, protege a Israel Martínez, quien ha sido acusado por desfalco con los dineros del Fondo Tamaulipas, desde que gobernaba Francisco García Cabeza de Vaca.
La denuncia es vieja.
Se trató de reavivar en la administración de Villarreal Anaya, pero el atracador cayó en blandito: la Contralora es nada más ni nada menos, ¡que su esposa!
A pesar de su historial de trafiques con el dinero del pueblo, Israel fue colocado en el IPSSET, de donde de nueva cuenta fue echado por situaciones irregulares.
La denuncia está viva en la Fiscalía Anticorrupción.
Se presume que está en el cesto, porque no se mueve.
Esta servidora pública, empata en ineficiencia con Tacha Contreras: no gana ninguna queja.
Las denuncias penales en contra del esposo de la Contralora llevan más de cinco años sin que ningún Fiscal le de curso.
En el sexenio de Cabeza de Vaca, se entiende.
Lo que parece extraño es que, en el sexenio de la IV T, sean omisos ante el evidente robo de los recursos públicos de un sujeto que laboró en primera línea del gobierno cabecista.
No termina ahí, la carrera de bandido del consorte de la vigilante de la honestidad de la burocracia morenista.
Aún y con todas esas malversaciones de fondos gubernamentales, el actual Auditor Superior del Estado por recomendaciones de vaya usted a saber quién, lo contrató de ¡asesor!
El asunto no acaba ahí.
Resulta que el individuo apenas terminó la Prepa y su historial laboral registra haber laborado de cobrador de Foly y Elektra.
Debe estar bien palanca el sujeto: es coordinador de capacitación.
Obvio: cobra un jugoso salario y notable compensación.
Estamos ante un evidente conflicto de intereses.
La Contralora, no puede actuar contra su esposo.
Y su esposo, se escuda que la Contralora no puede actuar en contra de él.
Claro que la Contralora no es una perita en dulce.
Es dobletera.
Sí: dobletera.
Cobra en una prestigiosa universidad, un tiempo completo.
Con los 150 mil pesos –más que la presidenta Claudia Sheinbaum– de su cargo, hacen una bolsa de muchos miles de pesos, como para que ande dejando que su esposo se apropie de dinero con malas artes.
¿Qué controla la Contralora?
¡Qué bonita familia!
Al pernicioso clan de la Tacha, ya se sumó otra voraz tribu: la Contralora y su pareja.
Ya nos cargó el payaso.