El Patinadero

Juan Antonio Montoya Báez

Hace algunos meses conocimos una historia de dedicación y de trabajo, para hacerla hay que tener mucho amor y cariño.

Es la restauración de una camioneta modelo 1991, para muchos un esfuerzo que no vale la pena, pues se trata de un cacharro, pero para otros es una joya sobre ruedas que merece una nueva oportunidad.

Es un proyecto de meses o quizá de años, nosotros conocimos la historia porque la dio a conocer el soñador e impulsor del proyecto.

Escribió un mensaje que habla de la nobleza de su corazón:

“Poco a poco va tomando forma el proyecto de restauración de la Suburban 1991, el vehículo que mis padres adquirieron y que se convirtió en el epicentro de tantas memorias familiares. Fue más que un simple auto; fue testigo de viajes, risas, conversaciones y silencios compartidos. Todos en la familia la usamos, y de alguna manera, cada uno dejó en ella una parte de sus propios recuerdos. Restaurarla no es solo devolverle su brillo, sino también honrar esos momentos y la herencia emocional que conlleva. Es como revivir una época en la que la unidad familiar viajaba sobre ruedas, siempre juntos, siempre hacia adelante”.

Este fue uno de sus primeros escritos, que hablan de su deseo de renovar sus añoranzas, su adolescencia, niñez y adultez.

“La restauración de la Suburban 1991 no solo revive el vehículo, sino también los recuerdos y emociones de tiempos pasados.

Este proceso no solo me transporta al momento en que fue adquirida por nuestros padres, sino que intensifica el “antes” y el “después” de su historia, llenando de luz y color los recuerdos y mezclando los sonidos de aquellos tiempos.

Al restaurarla, conectó con mi propia historia y vivencias, sintiendo que cada ajuste no solo reconstruye el vehículo, sino también una parte de mí, haciéndome sentir más vivo”.

La meta para culminar este proyecto era el 31 de octubre, era una sorpresa para su padre, la recibió, con una sonrisa de esas que no se olvidan, que nos hacen recordar la gloria de Dios, que es bueno y uno debe confiar siempre en sus planes y designios.

“Papá, ¿cómo te sentiste al manejar la camioneta después de todos estos años? Tantos recuerdos vienen a la mente, especialmente aquellos viajes a Guadalajara, llenos de mucha plática y risas. ¿Recuerdas algún percance o que la camioneta te haya dejado alguna vez? ¡Nunca fallaba! Y ahora que la manejaste, ¿cómo la ves? ¡Quedó maravillosa!”.

Alguien que ama a sus padres de esa manera es una persona buena, que merece y disfruta de la gloria de Dios.

Esta es parte de la historia de la Suburban en la que paseo por diversos partes del país, de cientos de sonrisas, anécdotas y una cuna de amor.

Es la historia del Secretario de Salud, VICENTE JOEL HERNÁNDEZ NAVARRO, quien decidió lanzarse con toda la fe, energía y esperanza de revivir su pasado.

Lo logró, la Suburban quedó hermosa, es producto de un esfuerzo y un trabajo inmenso por revivir un montón de fierros oxidados, para algunos, pero para VICENTE es la mejor camioneta que tiene y ahora disfruta acompañado de su padre.

Hay sueños y vivencias que no tienen precio, VICENTE vive uno de esos.

En la Universidad Autónoma de Tamaulipas, el rector DÁMASO ANAYA ALVARADO puso en marcha el proceso de evaluación de la carrera de Ingeniería en Telemática, como parte del proceso de fortalecer los programas educativos para responder a las necesidades de los sectores productivos al desarrollo de la entidad.

Bueno, por hoy es todo.

Adiós y aguas con los patinazos…

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