Tras varias semanas de encontrarse estrangulado el tráfico vehicular en la Autopista Monterrey-Nuevo Laredo, debido a trabajos de mantenimiento que se realizan en el tramo entre los kilómetros 50 y 42, tramo concesionado a la empresa Operadora de Autopistas del Noreste, las voces de autoridades, empresarios, organizaciones de transportistas y ciudadanos no se han hecho esperar.

En estos últimos días, el tiempo de recorrido entre Monterrey y Nuevo Laredo se ha, prácticamente duplicado, haciendo hasta siete horas de traslado entre ambas ciudades, lo que ha generado pérdidas millonarias al comercio exterior, en importación y exportación de mercancías, dañando la economía regional.

Todo este problema de grandes proporciones contrasta con la situación que priva en el tramo La Gloria-San Fernando, en donde la concesionaria mantiene un orden en sus operaciones que beneficia a los usuarios.

Ante esta difícil situación, autoridades locales han solicitado a la empresa que termine, de una vez por todas, con esta anomalía que afecta a todos quienes circulan entre la capital de Nuevo León y la frontera de Tamaulipas. Sobre todo, a quienes pertenecen al sector exportación.

Para darse una idea de lo que este atorón representa. De acuerdo con información de la revista especializada Invest in Tamaulipas, más de 12,500 camiones recorren esta vialidad en ambos sentidos, aunque hay cálculos menos conservadores que hablan de hasta 15 mil traslados por día, lo que incrementa el estrangulamiento a la circulación en la vía.

Incluso, quienes circulan por esa vialidad con fines médicos, también se han visto afectados por los trabajos mal planeados que se realizan en la concesión otorgada a la empresa Operadora de Autopistas del Noreste y que han puesto en riesgo la vida de personas con afectaciones que viajan por cuestiones médicas.

“Es muy grave. Imagínense un paciente con cateterismo, con un problema cardiológico, lo que puede pasar”, señaló el doctor Francisco Mejía Barrientos, Presidente del Consejo de Instituciones, quien pidió que este serio problema se resuelva a la brevedad, porque estos atorones afectan, no sólo a Nuevo Laredo, sino a todo México.