Por José Gregorio Aguilar

Miércoles 25 septiembre 2024.

          En casi todas las colonias de la ciudad existen lotes baldíos o abandonados que se caracterizan por el crecimiento de la hierba y la acumulación de llantas y botes pero que al estar cerrados es imposible trabajar en la prevención contra del dengue, afirmó Miguel Ángel Martínez, representante del personal de Vectores en la Jurisdicción Sanitaria Uno de Victoria.

          “Los trabajadores hacen reportes diarios que se entregan a los encargados de cada brigada y a los supervisores de las cuadrillas, y en esos reportes explican los motivos por los cuales no se pudo entrar a los hogares a trabajar”.

          Los lotes baldíos deben ser considerados como de máxima prioridad para aplicar la estrategia de control larvario cuando se habla de la prevención del dengue pero si no se puede ingresar es imposible que se pueda eliminar estos riesgos.

          “Si la puerta está cerrada o si no tenemos acceso difícilmente se puede trabajar, o si te dejan entrar pero el solar de al lado está baldío y no tiene acceso, pues como le haces, es algo imposible”.

          Aunque es un problema añejo, que se repite todos los años, pero que se solo se hace visible o se habla del tema cuando hay alerta por el dengue, jamás se ha legislado o se han tomado acuerdos para que se pueda ingresar sin problemas a esos terrenos que en apariencia no tienen dueño y están abandonados.

          En tal sentido, Miguel Ángel opinó que el Ayuntamiento de Victoria debería de tomar cartas en el asunto, de hecho en las mesas de seguridad se podrían tomar medidas legales para que el personal de Vectores pueda entrar a todos los lotes baldíos que son potenciales riesgos de reproducción del mosquito transmisor del dengue y aplicar las medidas preventivas para evitar que se reproduzcan.

“Hay mesas de salud  en donde se deben tomar medidas, acompañadas de Coepris o que el Ayuntamiento dicte un acuerdo porque a mí si me preocupan los solares baldíos aquellos que tienen una puerta o portón pero no hay acceso. Te asomas y te das cuenta que al fondo está la maleza y hay llantas botes, pero como le haces para entrar”.