CONFIDENCIAL

Por ROGELIO RODRÍGUEZ MENDOZA.

“MAICEADOS”.- Lo dicho: en el PAN tamaulipeco no andan muy contentos que digamos con el regreso a la presidencia estatal de, Luis René, “El Cachorro”, Cantú Galván.

“Es lícito pero no moral” , dice uno de los consejeros estatales panistas, con respecto al retorno del también diputado local con licencia.

El pasado martes, vía zoom, el consejo estatal sesionó para tres asuntos: uno, avalar el fin de la licencia que se concedió a Cantú Galván para que fuera a competir por la alcaldía de Reynosa; dos, revisar y aprobar el gasto del 2023; y tres; avalar el presupuesto de egresos e ingresos del 2024.

Por supuesto que los tres temas agendados recibieron el visto bueno del consejo estatal.

Cómo no iba a ser así cuando hay al menos trece consejeros “maiceados” con la nómina del partido. Todos ellos se benefician del presupuesto partidista, ya sea recibiendo un sueldo de forma directa o a través de familiares.

El asunto es que, el hasta hace poco poderoso PAN cada vez se fractura más.

SACUDIDA.-En la Secretaría de Bienestar Social se está dando una especie de “limpia” , “sacudida” o depurada en su estructura.

Desde esta semana se le comenzaron a dar las gracias a algunos subsecretarios, directores y hasta jefes de departamento, que son parte del grupo político de la extitular y ahora alcaldesa electa de San Fernando, Verónica Aguirre de los Santos.

El hecho no tendría nada de malo o raro porque los enroques en las dependencias públicas son normales, a no ser por la forma tan poco digna en que se les pidió la renuncia a los involucrados.

Se dice que, aunque fue desde el 15 de abril cuando asumió el cargo, apenas se comienza a ver la mano de la secretaria, Silvia Lucero Casas González, quien ha venido poniendo orden y disciplina entre sus colaboradores.

Nada raro sería entonces que sean muchos más los funcionarios de Sebien que vayan a dejar sus cargos en los días por venir.

PELIGRO EN LA TORRE.- Por cierto, el pasado miércoles una lámina se desprendió desde un techo construido en la azotea de la Torre Bicentenario, y aunque afortunadamente no golpeó a nadie, lo que hubiera sido fatal, si obligó a las autoridades a cerrar una parte del estacionamiento del inmueble gubernamental.

El hecho podría parecer intrascendente, pero no es así porque se suma a otros incidentes que evidencian el mal estado y lo riesgoso del icónico edificio en Ciudad Victoria.

Por ejemplo, siguen siendo recurrentes las historias de miedo que han vivido muchos burócratas cuando han quedado atrapados en los averiados elevadores, pese a lo cual poco o nada se ha hecho para acabar con ese peligro.

A todo ello se suma el frecuente desabasto de agua y las constantes fallas del sistema de electricidad, lo que deja sin aire acondicionado al inmueble, convirtiendo al inmueble en un infierno para los cientos de trabajadores.

El origen de todos esos males, nos dicen, es la falta de mantenimiento. Desde que fue construida, en el sexenio de Eugenio Hernández Flores, los gobiernos han regateado el presupuesto para mantener en buen funcionamiento a la famosa Torre Bicentenario.

Por esa misma causa se le está deprendiendo el techo.

Ojalá no tenga que ocurrir una tragedia para que las autoridades atiendan la situación.

LA UIFE Y EL ITAIT.- La Unidad de Inteligencia Financiera y Económica (UIFE), también comenzó a indagar las presuntas “transas” cometidas con el presupuesto del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (Itait).

Con ello, debe haber mucho nerviosismo entre algunos comisionados y excomisionados, que maniobraron y violentaron la ley para beneficiarse, a través de terceros, con la auto asignación de vehículos propiedad del instituto, los cuales “compraron” a precio de ganga con el pretexto de que ya resultaban inservibles.

A ello, se le suma el presunto cobro irregular de multas por opacidad a diversos municipios.

Veremos y diremos.

ASI ANDAN LAS COSAS.

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