Investigadores de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) trabajan en la
identificación de bacterias con la meta de elaborar bioplásticos que puedan sustituir los
materiales convencionales, cuya presencia en el ambiente ha contribuido a problemas como
el calentamiento global.
El Dr. Luis Víctor Rodríguez Durán, investigador de la Unidad Académica
Multidisciplinaria Mante, expuso en una charla el proyecto que iniciaron hace cuatro años
estudiantes de la carrera de Ingeniero Bioquímico Industrial.
La conferencia titulada “Producción de plásticos biodegradables a partir de fuentes
renovables” se realizó en las instalaciones del plantel universitario.
Rodríguez Durán dijo que el propósito es seleccionar cepas bacterianas productoras
de polihidroxialcanoatos (PHA), es decir, biopoliésteres sintetizados intracelularmente por
algunos microorganismos como reserva de carbono y energía, con miras a diseñar un
proceso eficiente para la producción de bioplásticos.
Explicó que los plásticos son materiales construidos por una variedad de
compuestos orgánicos, sintéticos o semisintéticos que tienen la propiedad de ser maleables
y, por tanto, pueden ser moldeados en objetos sólidos de diversas formas.
“Algo preocupante es que una gran parte de estos plásticos tienen una vida útil muy
corta; muchos se usan una vez y se desechan, se tiran, llegan al mar. Solo una pequeña
fracción de estos plásticos son reutilizables. Y al desechar los plásticos a cielo abierto
estamos regresando el CO 2 (dióxido de carbono) a la atmósfera ocasionado problemas
como los gases de efecto invernadero”, indicó.
Señaló que una alternativa para mitigar este problema es la utilización de
bioplásticos, que son biomoléculas físicas similares a los materiales sintéticos.
Narró que inicialmente la idea de los estudiantes era hacer bioplásticos a partir de
almidón, materiales que ya se producen de forma comercial. “Pero tiene un inconveniente:
el almidón es soluble en agua”. Esto significa que los plásticos fabricados a base de
almidón se deshacen al mojarse.
Por ello, optaron por darle un giro a la investigación y trabajar en plásticos de
origen bacteriano. “Hay bacterias que consumen azúcares o algunas otras sustancias
orgánicas y sintetizan en su interior algunos tipos de plástico, con características similares a
los plásticos convencionales, pero tienen la ventaja de ser biodegradables”.
“Lo que nos interesa es obtener un plástico de origen natural que también sea
biodegradable. Decidimos trabajar con los polihidroxialcanoatos”, explicó el investigador
de la UAT, y advirtió que estos materiales son sintetizados solamente por algunas bacterias
y, además, se producen en condiciones muy específicas.
“El material tiene características plásticas; se puede moldear, se puede fundir, puede
funcionar para hacer productos similares a los que hacemos con los plásticos
convencionales, pero tiene la ventaja de que se puede degradar”.
Por último, comentó que, aunque este tipo de plásticos ya existen y son comerciales,
actualmente son muy caros y tienen aplicaciones muy específicas, como el sector médico.
De ahí la idea de trabajar en la identificación de bacterias para producir materiales más
accesibles para un uso común.