Enfoque sociopolítico
- Una realidad desafiante en las calles de las grandes ciudades y donde la zona
sur de Tamaulipas no es la excepción
Por Agustin Peña Cruz*
Tampico, Tamps. – En las bulliciosas intersecciones de las grandes ciudades y en
donde la zona sur de Tamaulipas en las horas pico no es la excepción, es común
encontrarse con un espectáculo callejero que combina destreza, arte y, en
ocasiones, peligro; pues son los malabaristas de cruceros han emergido como un
subgrupo singular dentro de la cultura urbana, a menudo invisibles en medio del
ajetreo diario, pero cuya presencia puede desencadenar una mezcla de
admiración y preocupación.
Así es, ya que son estos artistas callejeros que se congregan en los semáforos,
ofreciendo sus habilidades en malabares y equilibrio para entretener a los
automovilistas durante los breves minutos que dura el alto.
Aquí, sus actuaciones, son a veces acompañadas de música, juegos de fuego y
acrobacias sorprendentes, son un testimonio del talento y la creatividad latente en
las ciudades en la zona sur de Tamaulipas podemos dar cuenta de ello.
Sin embargo, detrás de la fachada del entretenimiento, se encuentra una realidad
desafiante que plantea preguntas sobre las oportunidades laborales y la
marginación social. ¿Por qué?, son algunos de estos malabaristas que están
arriesgando su vida en las calles, realizando acrobacias muy arriesgadas en
medio del tráfico, todo para ganarse la vida y/o llevar el sustento diario a sus
familias.
EL DILEMA DE LAS OPORTUNIDADES LABORALES
Si bien es cierto, y contado por algunos que viven estos pesares, muchos de los
malabaristas de cruceros provienen de comunidades marginadas y carecen de
oportunidades laborales estables, unos llegados desde la Huasteca Potosina,
otros de la zona Norte de Veracruz y muy escasos o pocos de las zonas más
vulnerables de la con urbanidad en Tamaulipas. No obstante, sus talentos y
habilidades se convierten en una vía de subsistencia, una opción para ganar
dinero rápidamente. Aunque el riesgo que conlleva realizar acrobacias en
condiciones peligrosas es innegable.
Estas condiciones socioeconómicas y hasta por la falta de políticas públicas que
frenen o disminuyan dicha situación, hace que, en muchos casos, resalta la
carencia de opciones laborales dignas por lo que empuja a estos jóvenes a las
calles.
Otro factor que sobresale es el tema de la educación porque queda en segundo
plano, y los sueños de una carrera profesional a menudo se ven truncados,
aunque otros con orgullo y satisfacción logran sobresalir, muy a pesar de las
condiciones que tienen que atravesar. La situación es aún más desgarradora
cuando se trata de menores de edad, quienes abandonan la escuela para unirse a
esta forma de vida.
EL IMPACTO EN LA SOCIEDAD
Por lo que, sin lugar a duda, el surgimiento de malabaristas en los cruceros
plantea preguntas más amplias sobre el tejido social y económico de una ciudad.
Ya que refleja tanto la falta de oportunidades laborales como las desigualdades
existentes. Sin hacer a un lado, creación de una tensión en la relación entre los
artistas callejeros y la autoridad local, ya que, en las grandes metrópolis, a
menudo se enfrentan a regulaciones y sanciones, las cuales en sus casos no
consideran el origen que los motiva estar ahí exponiendo sus vidas.
De ahí, que la situación también resalta una gran necesidad de crear programas
que fomenten el desarrollo de habilidades artísticas y creativas, brindándoles a
estos jóvenes alternativas para canalizar su talento de manera más segura y
productiva.
En última instancia, los malabaristas de cruceros son un recordatorio de la
diversidad y complejidad de la vida urbana. Pero que su presencia puede ser
enigmática y a menudo desafiante, nos recuerdan que, detrás de cada actuación
en la calle, hay una historia, un deseo de sobrevivir y un anhelo de encontrar un
lugar en la sociedad que les rodea.
Nos vemos en la próxima entrega mi correo electrónico es:
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