Por José Gregorio Aguilar

          La crisis económica y la inflación alimentaria continúan golpeando a los empresarios de la industria de la masa y la tortilla quienes además de todo deben enfrentar una desleal competencia con los vendedores ambulantes de este producto.

          Y es que de acuerdo con Cuauhtémoc Rivera, presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes, esa tortilla que se vende en la calle o a través de camionetitas en algunas entidades del país, es un producto de muy baja calidad, además de que no es el kilo completo, de ahí a que el precio sea muy bajo.

          “Estás hablando el insumo fundamental de la producción de la tortilla es el nixtamal ya cuando procesas el maíz, cuando en el nixtamal pones la menor cantidad de maíz estás encontrando una masa de menos propiedades y al final del día son tortillas pero no son de buena calidad”.

          Sin embargo, la economía de las familias mexicanas sigue rebasada por los constantes incrementos a los productos de la canasta básica, razón por la cual en muchas ocasiones las amas de casa se ven en la necesidad de sustituir productos por otros de menor calidad, como es el caso de la tortilla.

          Por último, recordó que la tortilla es uno de los básicos que mayor aumento a su precio ha tenido desde antes de que empezara la pandemia del Covid-19 cuando, en promedio, se vendía en 10 y 12 pesos, pero que se disparó hasta en 30 pesos el kilo en algunas entidades del país.

“Al final del día la tortilla antes de Covid costaba 10 pesos, ahora el promedio nacional subió a 22 y hasta 30 pesos en algunas entidades del país, incluso hasta en 33 en lugares como Zacatecas”.