ESCENARIOS POLITICOS—————–POR  ERNESTO FUENTES ——————- 

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— Ayer, hacia las cinco de las tarde, el  gobernador Américo Villarreal  bajó de su vehículo y saludó, a su llegada a palacio de gobierno. 

—Que tal como están! 

 No era un día más, en la agenda del poder. Una agradable sorpresa le deparaba su jornada. Ahí frente a él, como esperándolo para darle la bienvenida, estaba una imponente águila sexenal,  institucionalizada  como el logotipo oficial  de su administración.     

 Pero más importante aun, era el mensaje de aquel singular obsequio: bajo un moño rosa, una tarjeta blanca que en letras manuscritas decía: “Con amor, del colibrí para el águila”. El regalo provenía del DIF Tamaulipas.  

  Atentos a las expresiones de la cotidianidad de palacio, y particularmente de lo que sucede en torno al titular del Ejecutivo, formas como las que se describen, constituyen el fondo de una acorazada unidad familiar, que para muchos redunda ya en beneficio de la sociedad tamaulipeca. 

Son cuatro alas y un solo vuelo. 

El actual destino de nuestro estado, está trazado  en torno a la narrativa de una pareja que ha puesto sus sueños a servicio de los demás: es así como  por un lado tenemos la poderosa visión del águila  que se remonta a las elevadas cumbres  de la tarea gubernamental. 

  Pero su dimensión en las alturas, adquiere verdadera  trascendencia, cuando encuentra en  el colibrí  al  mensajero que poliniza la paz, el amor y la esperanza, mediante  acciones de asistencia social y humanitaria.  

   Por esta vía, quienes vivimos en esta entidad federativa, estamos asistiendo al reflorecimiento de un tejido social, antaño postergado. Pero…¿a quien representa el águila y a quien el colibrí? 

  Es justo mencionar que atrás de estas dos figuras alegóricas que actualmente rigen esferas esenciales del quehacer gubernamental, enfocadas al beneficio de  Tamaulipas, existe además de la congruencia y el compromiso, una historia personal de unidad familiar a toda prueba. Fueron estos lazos y estos valores ejemplares los que funcionaron como el verdadero motor que hizo posible el triunfo de lo que hoy vemos como un nuevo modelo de gobierno y de políticas públicas. 

  Nos referimos a la formidable relación de amor y de lealtad que  hoy por hoy constituyen el doctor Américo Villarreal Anaya y su esposa, la doctora María Santiago de Villarreal. 

  María y Américo; Américo y María, ambos se perfilan a establecer, ya desde ahora un precedente histórico en la tarea de apoyar a las familias más necesitadas de nuestro estado.  Indudablemente  hablamos de una simbiosis de compromisos y de programas, enfocados a rescatar  al Tamaulipas olvidado y pospuesto, pero que hoy está de regreso, sobre coordenadas transversales, democráticas e incluyentes. 

     La historia  del colibrí en nuestro estado,  apenas empieza. Es común que el doctor Villarreal Anaya mencione este nombre, que constituye el emblema del DIF Tamaulipas, una noble institución sobre la cual descansa la enorme responsabilidad de apoyar a las capas sociales más vulnerables, tanto en las grandes ciudades, como en los pequeños pueblos.  

El equipo Colibrí se ha ganado un lugar especial, en  base a sus acciones  humanitarias que llegan a alcanzar un verdadero reto y disciplina vocacional y de organización, al servicio de los demás. Sobre este particular, la Presidenta del DIF Tamaulipas, la doctora María de Villarreal ha definido la tarea de todo su equipo,  con una sola frase: hay que servir con alegría, que el trabajo no nos represente una carga, sino la felicidad de apoyar a nuestra gente. 

      ¿Qué representa el Colibrí, y porque esta ave tan pequeña es el emblema de un trabajo gigantesco al servicio de las tamaulipecas y tamaulipecos?  

     A continuación les explicamos, lo que parece  ser una minúscula, pero muy poderosa paradoja en pleno vuelo.  

  En primer lugar, el colibrí no es tan frágil como parece, y su cuerpo de plumas multicolores es como una bujía relampagueante  que bate sus alas,  hasta 200 veces por segundo. Pero  su corazón es aun más sorprendente, una  pequeña y divina  pieza de relojería que late mil veces por minuto. 

  Este átomo de energía pura, fue elevado a  la inmortalidad en una preciosa e interesante leyenda de la cultura Maya, en la cual  nos cuentan que dicha ave fue creada para ser mensajera de la positividad entre los humanos. El politeísmo ancestral  de los Mayas cuenta que  sus deidades se dieron cuenta que hacia falta un mensajero que llevase los buenos pensamientos de una persona a otra.  

  Esta mitología  detalla que el Colibrí no fue hecho de maíz ni de barro, sino de una piedra de jade, y fue convertido en una pequeña flecha que salió volando. Reflejadas bajo el sol, sus plumas eran como refulgentes gotas de lluvia. Nadie puede atraparlo, de ahí que su vuelo sea también la expresión más completa de la libertad, el arte y la creatividad. Magia y poesía latiendo 60 mil veces  por hora. 

 Hoy el Colibrí  del DIF Tamaulipas,  es el más firme y congruente aliado de la majestuosa águila juarista que constituye el símbolo de las nuevas instituciones tamaulipecas, en  el sexenio del doctor Américo Villarreal Anaya. 

 Junto con dependencias como la Secretaría de Bienestar Social y la Secretaría de  Salud, el DIF estatal, la  institución cuyo Director General es  Geancarlo Bonetta Cavazos, son considerados como jugadores estratégicos de la política social.