Por José Gregorio Aguilar
Ninguna escuela puede condicionar la compra de útiles o uniformes escolares en determinado establecimiento comercial que tenga relación con la institución educativa, como tampoco puede obligar a los padres de familia en el propio plantel, advirtió el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (FENAPAF) Leopoldo García López.
Como se sabe, este lunes 29 de agosto arranca el ciclo escolar 2022-2023, el cual será totalmente presencial razón por la cual miles de padres de familia están adquiriendo los uniformes y el material didáctico que les piden a sus hijos en las escuelas solo que algunos planteles incurren en irregularidades al “obligar” a los papás de los alumnos a comprar determinada marca o que lo adquieran en un lugar en específico.
Pero como cada año, surgen denuncias o quejas en contra de escuelas que, como la secundaria Rosario Castellanos del municipio de Reynosa que están convirtiendo en un negocio la educación ya que están vendiendo costosos uniformes escolares que los padres de familia tienen que adquirir en esa escuela.
“Eso lo hacen algunos directores de escuelas que hacen negociaciones con alguna casa comercial o con algún particular, pero aquí el meollo del asunto es que no los pueden obligar a comprarlos en un lugar en exclusivo; de hecho tampoco deberían exigir que el uniforme sea nuevo, ahorita con la crisis la gente busca lo más económico”.
A través de una denuncia anónima que llegó por las redes sociales a este medio de comunicación, los padres de familia de la Rosario Castellanos explicaron que acudieron a comprar el uniforme directamente con el proveedor que maneja un precio más bajo pero se llevaron la desagradable sorpresa de que este último les dijo que no podían venderlo porque la escuela es la que se los va a vender.
“O sea no nos exigen que lo compremos en la escuela, pero un grupo de nosotros fuimos con el proveedor y este nos dijo que no pueden venderlo, que es en la escuela donde lo tenemos que comprar; entonces prácticamente no obligan a comprarlo ahí en la escuela”.
Los papás de los alumnos aprovecharon para también denunciar que la cuota escolares en esta Secundaria es de mil 500 pesos una cifra muy exagerada que rebasa la capacidad económica de las familias.