Por José Gregorio Aguilar
El Programa La Escuela es Nuestra (LEEN) se creó con premura y negligencia, además se caracteriza por su opacidad, aseguró el director de Investigación de la organización Mexicanos Primero, Fernando Ruiz Ruiz.
Señaló que hasta hace apenas unas semanas, nadie tenía forma de verificar si realmente eran 60 mil escuelas de todo el país las que pertenecían a LEEN tal como lo informa el presidente.
“En efecto es el gran problema de esta Secretaría, apenas hace una semana pusieron el listado de las escuelas adscritas al programa pero es reciente no teníamos esa información, y era una de las cuestiones preocupantes porque el presidente muchas ocasiones había señalado que eran 60 mil escuelas en este programa pero no teníamos forma de verificarlo”.
De hecho, autoridades educativas en los estados también ignoran la cantidad de planteles que en su territorio están incorporados a LEEN y eso se debe a que ahora los recursos los concentra la SEP y la Secretaría de Bienestar Social; el antecedente de este programa era el desaparecido Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa que operaba con subsidios de la federación y que representaba un gran apoyo técnico para la ejecución de las obras que se necesitaban en los centros educativos.
“La premura con que lo hicieron y la forma en que integraron los fondos de financiamiento empezaron a cometer errores; uno fue el de que no se trató de aumentar la inversión sino de utilizar los recursos de otros programas como el desaparecido de tiempo completo, todo lo hicieron con premura y negligencia que una de las características de este programa es la opacidad”.
De igual forma Mexicanos Primero advierte que involucrar a los padres de familia en tomar decisiones tan importantes como decidir qué obra realizar en la escuela y pagar el estímulo económico a los maestros de horario extendido también es un esquema que adolece de imprecisiones.
“Pagar sueldos a maestros implica expedir una constancia o recibo oficial, además, en el caso de la infraestructura, hay testimonios actuales donde han surgido conflictos debido a que los padres de familia toman decisiones unilaterales sin consultar con los docentes de manera que se han construido obras que realmente no requiere la institución pero además, éstas se construyen sin la adecuada supervisión técnica”.
Que los padres de familia paguen los sueldos al personal educativo pero si no está bien definido este esquema generará problemas porque esos estímulos que reciben los docentes por trabajar más horas tienen que tener recibo oficial que ampare la entrega del pago y eso no lo pueden hacer las asociaciones en general, explicó.
“Me parece que esa figura de los padres de familia la están utilizando en forma excesiva sin los adecuados mecanismos de coordinación con las escuelas es lo que nos dicen docentes que ellos toman decisiones sin consultarlos y hemos tenido problema de desaparición de recursos y también obras que no necesitaba la escuela pero los decidieron los padres hacerlo sin la debida supervisión técnica lo cual pone en riesgo a muchos de los niños que van a ocupar esas instalaciones”, concluyó.