Por José Gregorio Aguilar

          El Programa la Escuela es Nuestra (    LEEN) sí puede estar sujeto a la manipulación y a la corrupción aseguró Leopoldo García López, representante de la  Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia (FENAPAF) en  el país.

          Explicó que el hecho de que los padres de familia, a través de los comités, sean los que reciban y manejen los recursos, no hace que el programa esté exento de irregularidades o que se cumpla con los principios básicos de transparencia y rendición de cuentas.

          En teoría, la  escuela es nuestra es un proyecto  del gobierno que hace llegar de manera directa, sin intermediarios recursos para el mantenimiento y mejoramiento de las escuelas del país, que son administrados a través de los comités elegidos por la propia comunidad escolar, pero según reafirmó García López, ese cambio no hace necesariamente que este programa mejore.

          Al respecto señaló que al igual que lo que  ocurre con las famosas cuotas escolares cada año, en donde los directores intervienen clandestinamente, también lo hacen en este nuevo programa y muchas veces los integrantes del comité de obras, se dejan “manejar” por esos directivos de tal manera que corrompen el propósito del programa

          “Los padres son muy manejables por los directores que son muy listos o viceversa, se supone que se debe hacer un comité para administrar esos recursos, y la normativa y todo lo que conlleva ese programa y los padres de familia ni lo saben”.

          “Son manejados por directores que sigue la misma situación y hacen lo que se estaba haciendo antes, buscan favorecer a familiares para que hagan las obras y a lo mejor resultó peor el remedio que el trapito”.