Por José Gregorio Aguilar
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José Ramón Gómez Leal fue acusado de usar y manipular los programas sociales para promoverse políticamente, de obligar a sus trabajadores a promocionar su nombre, manipular encuestas y compartir todas sus actividades por redes sociales donde lo más importante era dejar en claro que gracias a él llegaron todos los beneficios sociales a Tamaulipas, como el del programa de vacunación.
Uno de esos trabajadores, quien pidió el anonimato por temor a represalias, relató como a nombre del ex delegado de Programas Sociales para el Desarrollo de Tamaulipas fue obligado a realizar encuestas, supuestamente sobre el tema de las vacunas, pero que en realidad era para posicionar el nombre de JR ya que muchos no lo conocían.
“Primero nos pedían 35 encuestas diarias pero luego subieron a 70; ponían textos copiados de lo que ha hecho López Obrador pero poniéndoles que era beneficio de JR”.
Otra de las obligaciones de los trabajadores era conformar Comités con siete integrantes primero, luego con diez, con el mismo fin: promocionar a Gómez Leal “si no hacíamos cuando menos dos a la semana, no nos pagaban”.
La consigna, disfrazada de trabajo a favor de los tamaulipecos, era posicionar a este servidor público como “el Mesías”, gracias al cual llegaron beneficios al Estado y para ello eran obligados a opinar positivamente en redes sociales, compartir entrevistas y transmisiones en vivo siempre hablando maravillas del ex Delegado y atribuyéndole los logros que en realidad pertenecen al ejecutivo federal.
“Teníamos que descargar una aplicación de Facebook donde tenía Bots donde automáticamente venia un comentario un like a favor de JR para compartir; teníamos que invitar a cien personas a un grupo de WhatsApp todo en beneficio de JR; nos hicieron hacer una encuesta donde JR era el mejor candidato y estaba pegado a López Obrador; por Facebook teníamos que invitar a cien personas y con evidencia”.
En esa búsqueda del reconocimiento ciudadano y ávido de ganar popularidad entre los tamaulipecos, los trabajadores eran obligados a hacer todo para que Gómez Leal sea reconocido por la gente.
«Nos obligaban hasta que en los cobertores poner las letras JR porque para todo lo que hiciera, así estuviera en el baño, comiendo tacos, escribiéramos cosas buenas y compartir las páginas».
Y cuando pronunciaban algún discurso ante la gente, lo más importante era hablar de JR y decir que todos esos beneficios eran gracias a él; la consigna, reiteró el denunciante, era hablar bien de él y aprovechar cualquier acto que hiciera para publicarlo.
“Que dijéramos que gracias a JR se logró la vacunación que gracias a él llegaron las vacunas porque él fue el instrumento y el correcto administrador para que llegaran. Casi lo hacíamos un Mesías”.