Por: Adán Echeverría.-

Yo atisbo con el ojo olfativo, con parpadeo

de impaciente espera, este ánimo es el mirador del comienzo.

Laura Solórzano

Si los señalamientos del titular de la Secretaría de Marina, Rafael Ojeda Durán, al decir: “El enemigo de México se encuentra en el Poder Judicial”, no logran llamar tu atención e inquietarte, querido ciudadano, querido votante, que aún sostienes la esperanza en la “incipiente Democracia”, entonces el juego se ha perdido ya.

Desde que comenzara la contienda electoral, en septiembre del 2020 al día de hoy, 24 de mayo de 2021, se han asesinado a 32 candidatos. El mayor número de asesinatos ocurre donde el partido Morena va mal en las encuestas.

Perder la mayoría de la Cámara de Diputados tiene muy nervioso a Andrés, y por eso Su Bajeza Serenísima anda encendido y encendiendo la yesca de la violencia por todos los rincones de México. Acusaciones falsas, difamaciones, ha llegado al descaro de decir en su show mañanero que el gobernador de Tamaulipas tiene una orden de aprehensión, pero ésta no ha sido mostrada, no ha sido documentada, y ningún juez se la atribuye. Lo de Rafael Ojeda es parte de lo mismo. Con sus declaraciones pretenden aumentar el desprestigio de los juzgadores ante la ciudadanía.

Andrés ha evidenciado hasta el hartazgo que la única Ley que obedecerá es la que dicte sus propios deseos. Pueden hacer con la Constitución lo que quieran. Y esto ocurre porque no hay forma alguna en que usted, o yo, o cualquier opositor con más recursos económicos pueda hacer algo para obligarlo a obedecer la Ley. No existe ningún protocolo legal para obligar al presidente a renunciar, o para acusarlo de traición a la patria, ni para demandarlo de mentiroso, calumniador, incitador a la violencia. Andrés se ha metido en la elección de Nuevo León, en la de Tamaulipas (que cambian alcaldes y diputados), en la de Guerrero (donde primero puso a un violador, amigo de Narcos, y ahora permitió que la hija de Salgado Macedonio, casada con un operador de los Cárteles de la droga sea la candidata). Y no pretende detenerse.

Ha insultado a los deudos de la Línea 12, como insultó con sus actos a los habitantes de Tlahuelilpan, y tal como menospreció y ha insultado a la familia LeBarón, como a todos los deudos que han perdido familiares en matanzas, o por el Covid-19, o por la violencia contra las mujeres. Hoy celebra que se vendan niñas e infantes en algunas regiones de México (la pura escuela de explotadores sexuales de Naasón Joaquín García y Clara Luz Flores).

Es apenas el comienzo. Andrés apuesta por declarar nulas las elecciones del 2021. Mientras Ricardo Monreal señala que los resultados de la Elección 2021 se decidirán en los Tribunales (anticipando que no pretenden aceptar la derrota), Andrés coquetea con la reelección.

Siempre es más fácil destruir que construir. Y Andrés, que nunca ha construido nada más que la inexplicable fortuna de sus hijos y colaboradores, llegó a destruir lo que costó muchos años construir. Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo, Pablo Gómez, ya no pueden detener al monstruo que construyeron y que lanzaron encima de la ciudadanía mexicana.

El Salinato sigue vigente desde 1982, sin embargo, es muy probable que Andrés no solo supere a su gran maestro Salinas que construyera la Partidocracia Mexicana (esa Monarquía que se hereda presidencias, diputaciones, gubernaturas estatales sin pudor).

Cuando el 7 de junio los mexicanos nos asomemos a las noticias, todo habrá cambiado para mal. En muchas partes del país, el Crimen Organizado, junto con Sedena, Semar, Guardia Nacional, así como los “cuervos de la nación”, y los golpeadores de Noroña, Monreal, los bots de Jesús Ramírez Cuevas, habrán intentado evitar que los ciudadanos salgan a emitir su voto. Habrá miedo, mucho miedo por las calles.

A eso apunta Andrés. A decir al día siguiente: Como no hay posibilidad de hacer una elección libre, he decidido disolver el Congreso, cambiar la Constitución, y designar a los Gobernadores en los 15 estados en los que se ha perdido el estado de derecho. ¿Apuestan?