Historia de la vida diaria, ayer en redes sociales, que sirven para enterarse de cosas buenas y otras no tanto, vimos una publicación que se antojaba bastante apetecible.  

Se trataba de unas conchas, pan dulce, que decían estaban recién salidas del horno de leña, en la misma publicación se solicitó la dirección y nos dirigimos al lugar indicado para adquirir el manjar.  

Me acompaño uno de mis hijos que llegaba a casa justo al momento en el que me disponía a salir, llegamos al lugar, era la típica tienda de la esquina, de esas a las que de niña nos enviaba la abuela, aparte de constatar la publicidad de las conchas se evocaron viejos tiempos.  

Amablemente atendió el dueño del lugar y dio la explicación de las conchas, pero además también ofertaba marranitos, cochinitos, cerditos, o como quiera usted llamarle al pan con piloncillo que la abuela llamaba también chichimbre o morelianas.  

“Que buena actitud tiene el señor de la tienda”, dice mi hijo cuando salimos del lugar, “es que es político”, le conteste, voltea y dice, claro, hasta para vender el pan se requiere hacer política, saber cómo convencer a la gente de lo que está ofertando, contesta mi vástago.  

Y efectivamente, la política no solo es la que se hace en los partidos políticos o la que intentan aprender los que quieren ocupar un cargo de elección popular, la política es, principalmente, para servir a la gente, lamentablemente en estos tiempos hay muchos personajes que no lo entienden.   

“No, de verdad él es político, quizá ahora en retiro, pero fue hasta diputado federal, es LIBRADO TREVIÑO, también fue dirigente de la CNC”, le conteste, “con razón tiene su estilo” contesta.  

Durante el trayecto continuo la charla, le llamaba la atención que un exdiputado estuviera modestamente atendiendo su tiendita, pero la enseñanza que deja es que cuando se sabe trabajar no se requieren grandes puestos para destacar, que después de importantes cargos se puede vivir con tranquilidad y lo mejor, que cuando se sabe hacer política se hace en cualquier lugar. Él sabe cómo atender a la gente, ofrecer lo que se quiere, vender tiene su chiste no cualquiera.  

Quizá hay muchos más personajes como LIBRADO, que siguen viviendo en el mismo lugar, que sin puesto político pueden vivir con tranquilidad sin andar mendingando, sea del color que sea, una oportunidad, pero no conocemos a muchos así.  

Lo más importante es que cuando se aprende bien el arte de hacer política esta se ejerce en todo momento y en cualquier lugar, porque para los políticos, igual que los tenderos, lo importante es vender bien un producto, pero además que lo que ofrecen cumpla las expectativas, que la gente se quede contenta. Ojalá y todos los políticos y aprendices que andarán pidiendo el voto en este proceso electoral lo entiendan, de lo contrario no podrán convencer al electorado.  

En fin, la situación es que unas conchas fueron motivo para una buena charla y reflexión, por cierto, muy buenas, pero también lo están los cochinos del exdiputado del pan, no porque pertenezca al Partido Acción Nacional, de hecho, es o era priista, sino por el excelente producto que oferta.  

La reflexión, con o sin puesto político, en o sin campaña electoral de por medio, se debe atender a la gente de igual manera, que la política es para bien de la comunidad no importa el momento o el lugar.