Mis datos…

Por: José Ángel Solorio Martínez.-

Se presume que la reelección es un referéndum ciudadano. Es decir: es el aval para que un alcalde o legislador siga en el cargo. En los 43 Ayuntamientos tamaulipecos, hay jefes edilicios de chile, de carne y de manteca. Sobre ese universo, emergen con una inobjetable fuerza reelegible sólo tres: Mario López en Matamoros; Adrián Oseguera en Madero y Jesús Nader, en Tampico.
¿Qué hicieron esos alcaldes para ganar el boleto de la reelección?
¿Qué hizo esa tercia, para estar en las encuestas marcadamente arriba de sus adversarios?
A bote pronto, sale una respuesta: porque hicieron y hacen bien su trabajo.
Oseguera es el más sobrado de esa tríada: saca más del 20 por ciento a su contendiente panista; le sigue la Borrega, que casi con el 20 por ciento deja atrás a un competidor panista que ni en sueños remontaría la ventaja del morenista.
Nader, igualmente: ha mostrado músculo suficiente como para ganar sin problemas a un MORENA con candidatos sin vigor ni capacidad competitiva respetables. (Se dice en corrillos, que Olga Sosa, ya negoció con el PAN una beca por tres años para convertir su candidatura a la alcaldía en un bulto).
La fortaleza del matamorense, se consolidó al momento de convertirse en interlocutor efectivo entre sus gobernados y el Presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador. Efectivamente: ha logrado lo que ningún antecesor suyo; millonarias inversiones del gobierno federal, para gozo de los habitantes del ex puerto Bagdad.
Eso se ha traducido a varias visitas del Ejecutivo Federal a la ciudad.
Oseguera, ha mantenido la gobernabilidad de la ciudad por su cotidiano trato directo con los ciudadanos. Una de sus grandes obras, es el rescate del sistema de lagunas que por décadas sirvieron de recipientes de desechos y focos de contaminación.
Nader, le ha dado fortaleza y eficacia a la prestación de los servicios públicos del Ayuntamiento. Uno de lo más evidentes: la recolección de basura. (Hace días, transité la Avenida Hidalgo, desde el Hotel Posada, hasta el periódico Milenio. Fue una experiencia que no vivía desde hace muchos años: no vi una pizca de basura en ese trayecto; ni un bote de refresco, ni un papel, ni una bolsa de plástico y mucho menos, algún bote de basura vomitando su contenido. Más: no vislumbré, una sola luminaria averiada).
A contrapelo, existen los reprobados. Los que no pasaron la prueba –a juicio de sus partidos y de sus conciudadanos– para ir en segunda oportunidad.
Los más destacados en ese deshonroso sitio: Pilar Gómez de ciudad Victoria, Carlos Ulibarri de Río Bravo, y Maky Ortiz. (Se habla de Maky, porque intentó reelegirse en la persona de su hijazo el Makyto y no puedo).
Lo de la alcaldesa reynosense es por diferendos con el líder real del panismo tamaulipeco. Se consigna que no pudo reelegirse porque así es: se truncó su proyecto de continuidad y continuismo.
El score real: MORENA dos; PAN, uno.
Para los desesperados: ya pueden hacer proyecciones para la elección de junio, con esa cifras.