ORBE…

Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-

Hoy el mundo celebra el Día de los Santos Inocentes y la fecha es propicia para realizar toda suerte de bromas que sorprendan al más abuzado.

Los medios de comunicación también suelen publicar noticias falsas con el consiguiente “¡Inocente palomita que te dejaste engañar!”, conmovidos muchos por las notas que afirman sucesos como parte de esa tradición.

En las casas y en las calles surgen igual las bromas y chistes de mayor o menor calibre, como intentando no recordar la matanza de miles de niños a manos del Rey Herodes.

Pero a pesar de que este lunes es precisamente 28 de diciembre es urgente continuar informando, aunque con la pandemia y el clima político enrarecido muchos urgirán a bromear como una catarsis que expulse la inmundicia que la clase política acostumbra a dejar entre la sociedad.

SIEMPRE HA SIDO ASÍ, PERO…

Y las cosas siempre han sido así: que los mexicanos gastemos bromas encima de una nación herida por los crímenes perpetrados por una clase política que continúa impune, como si nada hubieran hecho y como si nada le debieran a más de 90 millones de mexicanos inmersos en la pobreza.

Pero considero, al menos por ahora, con el fenómeno de la pandemia, moderar un poco las diversiones que causan las bromas, respetando el dolor causado por el covid-19 en miles de familias que sufren por los fallecimientos de sus seres queridos y por los que permanecen en estado de gravedad.

Una situación que de pronto me hace pensar en la llamada estrategia que habrá de llevar a cabo el Gobierno Federal para aplicar millones de vacunas y si todo este procedimiento inédito se realizará a través de algo así como un listado nacional con sus respectivos anexos estatales y luego municipales, hasta llegar a las zonas rurales que suelen ser abandonadas por los proyectos gubernamentales.

¿Cuáles serán las respuestas del sector salud federal a mi pregunta, que no incluye una fecha determinada que concluya ese esquema gigantesco de inmunización?

Y otro tema gravísimo que ya trasciende en los cuestionamientos de analistas políticos y de grupos opositores como los mismos gobernadores que integran la Alianza Federalista, es si el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador disipará de las mentes de los mexicanos la sospecha de que la mayor parte de las vacunas serán inoculadas hasta acercarse las elecciones del 6 de junio.

Es decir, “te vacunamos siempre que hayas votado a favor de nuestros candidatos”, lo que sería, de confirmarse, uno de los actos criminales más repulsivos de la historia de México.

LA POBREZA Y LAS PRIORIDADES DE LOS CANDIDATOS

Tanto que las cosas no están para bromas que otro de los grandes temas nacionales que pasó sin ser visto en este primer tercio del sexenio federal, es el del combate a la pobreza.

Las instancias oficiales calculan en casi 55 millones el número de pobres en México. Sin embargo, otras instituciones, tanto públicas como privadas, estiman que el número de pobres asciende en este país a más de 90 millones de personas; es decir, un 70 por ciento de la población vive bajo el estigma de estar separado de las oportunidades que sólo disfruta el restante 30 por ciento de los mexicanos.

Y a propósito, ¿cuántas son las preguntas que los periodistas debemos hacer a los próximos candidatos a las presidencias municipales y diputaciones federales y locales, respecto al tema de las penurias que sufre el pueblo mexicano?

Porque es muy emocionante estar ocupados en quiénes serán las mujeres y los hombres postulados por los diferentes partidos políticos, pero pocos son los que incluyen en su agenda cuestionarles si la pobreza será la máxima prioridad de su proyecto político, y de ser así qué tan serio es el compromiso como para dar plazos y fechas que demuestren resultados.

México vive tiempos angustiosos, por lo que tener candidatos “grillos” y expertos en circos perversos no aporta en nada a disolver la incredulidad ciudadana.

El pueblo pondrá a prueba a los que levantan la mano para ocupar cargos de elección popular: ya no será tan fácil convencer a nadie para ser alcalde o diputado. Esa es la nueva y desafiante realidad.

¡Excelente inicio de semana!

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