Tal y como la vaticinamos, en esta columna, la relación AMLO-Cabeza de Vaca, no mejoró, sino todo lo contrario, empeoró hasta niveles sin precedentes, en la crispada relación de un mandatario estatal y un Presidente de la república. Cabeza sigue diciendo que no lo van a doblar. Y dio a entender que tampoco le van a ganar en el 2021. AMLO por su parte, sonríe y parece decir: espérate! Por lo pronto, con lo que sucedió en Reynosa, Cabeza ya cruzó el Rubicón, y dio un paso a una guerra sin retorno. ¿Pagará cara su osadía? ¿O a la postre se convertirá en el líder de la oposición en el país? Esas son sus cartas. Un juego de ruleta rusa..un juego al filo de la navaja.
El análisis que les ofrecemos a los lectores, es desapasionado, y no tomamos partido, por ninguno de los dos protagonistas.
Ambos personajes vivieron momentos estelares de su enfrentamiento. AMLO brilló con su pregunta directa y sin que Cabeza lo espera, cuestionando directamente a su adversario político, sobre las participaciones presupuestales: “No le debemos nada a los estados, a nadie, dijo, ¿O le debemos algo a Tamaulipas?
El gobernador tuvo que aceptar públicamente que no. Y con ello el Presidente les quitó a los panistas tamaulipecos, su bandera más grande y más ruidosa.
AMLO también brilló cuando le dio todo su apoyo y su querencia a la alcaldesa Maki Ortíz, frente al evidente enojo del gobernador. Se supone que con ello, AMLO estaba ganando una aliada en la lucha por las dos diputaciones locales, una diputación federal y la alcaldía reynosense, en la elección del año próximo.
Por su parte, el momento más brillante de Cabeza, se vio, cuando le recordó al Presidente que él, (AMLO), en su tiempo fue acosado por sus enemigos políticos. De esa manera, Cabeza se puso el traje de perseguido político ante AMLO. Los puntos que Cabeza ganó a nivel nacional, fue como gobernador entrón, que le dijo al Presidente, lo que otros no se habían atrevido a hacer. Hombre que los tiene bien puestos, dirían en el norte. En el futuro se verá, si la audacia del texano-reynosense fue la correcta, o si le harán pagar su atrevimiento.
Desde el arribo del fajador AMLO al ring matamorense, (aeropuerto internacional Servando Canales”, el intercambio de patadas con el mandatario tamaulipeco, dio inicio de una manera espectacular.
En Matamoros, grupos de manifestantes le gritaron cosas hirientes al gobernante estatal. Tal vez, el golpe más notorio fue, el de la inauguración del mercado, en una de las zonas proletarias más populosas de esa urbe fronteriza.
Hacia el atardecer, ya en la despedida de evento en Matamoros, Cabeza de Vaca volvió a sentir las embestidas del ganso obradorista. En los gritos de los grupos parapetados, se percibía la saña, el encono político. Por un momento, Cabeza cometió el error de confrontarlos.
El hecho es que, esa noche, el gobernador, debe haber tomado la decisión de hacer a un lado la defensiva, y pasar a la ofensiva. La oportunidad se le presentaba regalada, en el escenario estelar del Presidente, unas horas más adelante, en la Mañanera del viernes reynosense.
Cabeza, aprovechó el espacio nacional del Presidente AMLO por excelencia, para írsele como coloquialmente se dice, a la yugular al primer jefe político del país. Le habló al tu, por tu, sin ningún respeto por la jerarquía política del tabasqueño.
No sabemos lo que vaya a pasar más adelante, pero lo que sí podemos afirmar es que a partir de ese momento, para bien o para mal, CV selló su destino político, ante el conductor del estado mexicano más empoderado del último medio siglo en nuestro país.
Para quienes suelen decir que Cabeza actuó irreflexivamente, discrepamos. CV midió perfectamente el escenario y el momento que estaba viviendo, sabedor de que ya no volvería a tener una oportunidad igual, en lo que resta de su sexenio, para confrontar a su enemigo político.
Lo hizo poniendo su carta final sobre la mesa, como luego dicen echando su resto. Jugando al filo de la navaja, ante un Presidente como AMLO que es considerado uno de los estrategas más sesudos de la guerra política.
Cabeza se metió con el Presidente, y lo hizo a su manera, sin contemplaciones, lo cual, no tiene precedentes en la historia de los diferendos entre mandatarios estatales y el jefe político del país en turno.
Al atreverse a realizar semejante audacia, Cabeza le estaba enviando un mensaje a los grupos económicos y políticos del anti obradorismo nacional, para decirles en lenguaje cifrado: mírenme, yo soy el que puede ser el próximo candidato a la presidencia. Soy el único que me estoy atreviendo a ponerle el cascabel al Peje.
Esa es una de las lecturas implícitas, en la embestida política de Cabeza contra AMLO. Pero también, en lo estatal, busca meterles miedo a sus opositores morenistas, diciéndoles: si fui capaz de fajármele al Presidente, con mucha mayor razón los puedo someter a ustedes.
¿Cuáles serán las posibles consecuencias? ¿Las habrá? Suponemos que, por el fragor y la notoriedad de los rounds entre AMLO y Cabeza, muy posiblemente surgirán secuelas, bastante rudas relacionadas con el agarrón político de este jueves y viernes.
Se habla de que AMLO le cobrará la afrenta a cabeza puntualmente. Pero se habla de que el estilo de AMLO no es de reacción inmediata, sino que prefiere esperar.
Pero…¿Cuáles serán las posibles respuestas del grupo obradorista..? ¿Cómo y en que momento habrán de darse?
Hasta donde se le conoce, AMLO no suele responder de inmediato, sino que prefiere esperar los tiempos propicios. Es obvio que ya anotó la afrenta cabecista, y la va a guardar. Por el momento, la relación entre el gobierno de la república y el gobierno estatal, ha quedado totalmente rota. Ambos actores han ratificado su encono y sus diferencias.
Lo de este jueves y viernes, servirá también, para que Cabeza mida, que tanto apoyo tiene entre el resto de sus homólogos gobernadores, tanto del PAN como del PRI.
¿Lo apoyarán, o lo dejarán solo? ¿Será Cabeza el nuevo líderde la famosa alianza de gobernadores que amenazan con salirse de la CONAGO..?
Cuales serán los próximos capítulos de una guerra que ya es resonancia nacional?
Por la vía mediática, Cabeza con sus gastos estratosféricos en los principales espacios de la CDMX, luce como todo un acorazado. Por esa vía no lo van a doblar los de la 4T
La otra vía relacionada con la DEA estadounidense, es una posibilidad remota.
Lo único que queda es ganarle a Cabeza, en las urnas del 2021. ¿Peleados y divididos los morenos, lo lograrán?