ORBE…
Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-
De la gente embarrada por Emilio Lozoya, ¿cuántos serán capturados e irán a la cárcel?
Se sabe que la lista inicial involucra a más de 500 individuos, encabezada por el ex presidente Enrique Peña Nieto y sus secretarios de Hacienda, Gobernación y Energía, Luis Videgaray, Miguel Ángel Osorio Chong y Pedro Joaquín Coldwell.
Estaba embarrado también el ex titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, pero la muerte lo salvó de la deshonra pública.
Obviamente el “listón” no para ahí calculándose más de 2 mil cómplices directos e indirectos, desde gobernadores, ex senadores, ex diputados y empresarios, con sus respectivos asistentes y ayudantes.
También ya se habla hasta de rectores de universidades públicas y delegados federales que por más que se vuelvan invisibles serán exhibidos por el saqueo que hicieron a la hacienda pública.
La lista es extensa y se sabe desde ahora que este megaproceso judicial sólo ayudará a Morena a ganar los procesos electorales de este 2020 como el histórico 2021.
¿A dónde va todo esto, por si alguien tenía dudas o por si muchos están más espantados por eso que por la pandemia?
A que los encarcelados serán dos que tres por mucho, porque finalmente como decían los viejos si el gobierno mete a la cárcel a todos los corruptos las calles se quedarían solas.
Ese es todo el cuento revuelto con las consignas que se dieron desde Palacio Nacional.
El resto sufrirá de la peor salpicada de excrementos nunca antes vista desde que los aztecas, mayas, huastecos y diversas tribus se convirtieron en mexicanos y mestizos.
Habrá por lo tanto en las calles, en los centros comerciales, en los cafés, en los bares y en las oficinas públicas, y por supuesto en las casas, una pestilencia insoportable.
Y lo que se decía por parte de los aprendices de brujo que se iba a poner bueno, tanto que hasta ya nos andábamos acomodando en primera fila, sólo fue una forma de llamar la atención como de ilusamente pasar a la historia como un gran Presidente de la República, como intentó hacerlo Ernesto Zedillo con su “primer presidente demócrata de la historia”.
No hay nada nuevo, excepto las mismas mañas sólo que revueltas con las peores bajezas. Y curiosamente quien tenga más reservas repugnantes será quien gane la guerra, las gubernaturas y la Cámara de Diputados, sin que se nos pase preguntar cómo fue que tenían tantísimas aguas negras acumuladas en sus cloacas.
¿POR QUÉ MATAMOROS?
Y a propósito de la gira de trabajo de López Obrador a la frontera, una interrogante señala por qué el tabasqueño eligió la ciudad de Matamoros para su arribo a Tamaulipas, procedente de Nuevo León donde al parecer fumó la pipa de la paz con “El Bronco” Jaime Rodríguez Calderón.
La justificación de quienes le llevan la agenda al Presidente responde a que con recursos federales se realizaron obras en colonias populares de esa ciudad fronteriza.
Y que debido a eso se vendió la idea de que lo correcto era que el titular del Ejecutivo Federal estuviera ahí presente.
Sin embargo, como todo mundo sabe, ese municipio está gobernado por un alcalde de Morena, Mario López Hernández, quien por cierto nada tiene que ver con la decisión de parcialidad preparada desde la Ciudad de México.
Si AMLO es tan demócrata como lo predica a todas horas por qué no escogió mejor llegar a Tampico donde la ciudad es gobernada por el panista Chucho Nader cuyo trabajo, se dice, cuenta con la aprobación de la ciudadanía.
Ahora que si el meollo del asunto era ubicarse en la frontera, bien pudo haber iniciado en Miguel Alemán, gobernado por Servando López Moreno, del PRI.
Pero dicen que no, que lo de la bandera política ya estaba decidido, que había que impulsar a los suyos y que bajo ninguna circunstancia se habría arriesgado a iniciar su gira por Miguel Alemán, visto como un punto rojo de la frontera chica.
¿Así entonces ya el pueblo dejó de cuidar al Presidente de la República, como acusa el periodista Pedro Ferriz de Con, siendo custodiado AMLO por más de 500 militares?
¡Feliz fin de semana![email protected], @columnaorbe, columnaorbe.wordpres
