El Fogón…

Por: José Ángel Solorio Martínez.-

  El dirigente de la mayoría en el Congreso de Tamaulipas, Gerardo Peña en los recientes días, encabeza una rebelión al interior del PAN para posicionar a sus amigos y aliados, por varias alcaldías al tiempo de amacizarse como precandidato a la gubernatura del estado. Organiza reuniones de proselitismo para él y sus correligionarios, en Nuevo Laredo, Matamoros, Reynosa y Madero.
¿Sabe el dirigente estatal Cachorro Cantú de esos eventos?
Muy probablemente no.
¿Sabe el dirigente real del panismo del estado, de la estrategia del nuevoleonés Peña?
Se desconoce.
Es muy difícil que el Cachorro, aliente las aspiraciones de Peña. Y muy complicado, que el PAN haya dado la anuencia para que los diputados locales se muevan por las alcaldías de referencia; es de inferirse: generaría una competencia inequitativa y pondría al borde de la fractura, o al menos de la inconformidad interna a la ola azul tamaulipeca.
En corrillos de los panistas, se especula que la ofensiva política del líder congresista, no sólo rompe con la institucionalidad interna partidista, sino que es una insensatez en estos momentos en que el Ejecutivo estatal, vive un intenso debate con las fuerzas del centro.
Es decir: se ve a Peña, pretendiendo –mezquinamente– llevar agua a su molino, antes de solidarizarse con su jefe político.
Hasta ahora, el Cachorro no ha emitido opinión.
No se sabe, si porque no se ha enterado de la jugada de su compañero de partido, o por su cada vez más marcada y evidente ingenuidad.
Lo cierto, es que Manuel Canales diputado por Nuevo Laredo y anda de la mano de Peña haciendo precampaña para la alcaldía; lo mismo Héctor Escobar en Matamoros; Javier Garza Faz en Reynosa y Carlos Fernández en ciudad Madero.
Varios de ellos, en abierta confrontación con los precandidatos del dirigente real del panismo del estado. Garza Faz, se confronta con José Ma. Moreno –Chuma– que desde hace años es el favorito del gobernador; Manuel Canales, hace contrapeso a su colega Salvador Rosas quien es el más fuerte del panismo nuevolaredense y quien al parecer cuenta con la anuencia del número un de Tamaulipas.
La desaforada carrera de Peña en pos de la candidatura, se inserta en el escenario de la lucha de uno por la candidatura: Ismael García Cabeza de Vaca. No es descabellado que aflore esta competencia; lo desproporcionado es el paisaje sociopolítico nacional en el cual brota.
Los anhelos cada vez más públicos del diputado Peña, no parecen fortalecer al PAN en estos momentos cruciales. Al contrario: evidencia lo que puede ser la fractura más importante en el panismo estatal; y lo peor: socaba la fortaleza institucional del liderazgo real de la corriente azul regional.
¿Quién alimentó las ansias de Peña por ser gobernador?
Sus más cercanos colaboradores, presumen del impulso desde Monterrey, Nuevo León de un grupo de empresarios dinerosos que pretenden apostar a su paisano. La idea, es crear un corredor derechista sumando Tamaulipas a Nuevo León.
Apuesta que se ve perdedora desde ya.
El congresista Peña, no ha ganado una elección de mayoría. Dos veces perdió la contienda por la alcaldía de Reynosa. Sólo pudo convertirse en diputado, por la amigable ruta de la vía plurinominal, y gracias a quien ahora insiste en no reconocer: el gobernador.
¿En qué parará esa tempranera conducta de los parlamentarios y su líder Peña?
Sarcasmo:
–Sólo el Cachorro, podrá decidirlo.