Reflector/ Gilda R. Terán.

Sin duda alguna, que el amor todo lo puede, y es que en nuestra rutina diaria podemos encontrarnos con incontables oportunidades de demostrar este grandioso sentimiento  hacia los demás, incluso estando inmersos en nuestras tareas cotidianas, podemos ser capaces de ayudar  al prójimo.

Sin duda alguna que la fuerza del  amor nos transforma,  y está en nuestras manos decidir construirlo y es que amar es un arte, una habilidad que podemos ir desarrollando, a través de prácticas emocionales, que fortalecen nuestra esfera afectiva.

Debemos considerar, que el amor crea recursos que beneficia directamente a nuestra salud, nuestros lazos sociales, nuestra personalidad y mejora nuestra resiliencia,  es una ida y vuelta recíproca, en el cual nos conduce  a ser la mejor versión de nosotros mismos.

Verá usted, nuestras acciones y atención están en mejor sintonía con las personas que están a nuestro alrededor, experimentamos más calma, estamos más abiertos y somos más amistosos.

Y es que el amor tiene el poder de reestructurar nuestro sistema neuronal, conduciéndonos a que podamos experimentar lazos sociales fuertes y además vernos motivados a implementar hábitos saludables.

Además  nos protege, nos ayuda a decirle adiós a esos sentimientos de soledad, Los beneficios son compartidos, ya que nos hace estar más atentos a las necesidades de los demás y los protegemos.

Aunado a todo esto, grandes beneficios aporta el amor a la salud, para empezar disminuye  el nivel de estrés ya que  reduce la producción de cortisol y con ello la ansiedad o los estados depresivos, haciendo presente estados de bienestar como el placer y felicidad.

Anote también el aumento de la creatividad, aparecen más pensamientos y emociones positivas como la alegría, satisfacción, el interés por la vida, se fortalece el sentido existencial y todo esto es por el papel que juega la bioquímica del amor al liberar diversas sustancias que producen estados placenteros.

Y todavía aún más,  se refuerza el Sistema inmunológico, al producirse mayor liberación de endorfinas (unas sustancias conocidas como los antidepresivos naturales) la sensación de felicidad aumenta,  por otro lado, las endorfinas mejoran el funcionamiento del sistema inmunológico, por lo que el amor mejora también nuestras defensas ante enfermedades.

También disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares, debido a que se incrementa la producción de dopamina, oxitocina y norepirefrina que ayudan a reducir este tipo de riesgos para la salud, así que no escatime el amor y disfrute estados saludables emocionales, físicos y espirituales.

Amable lector, el amor verdadero no tiene final, vence la oscuridad y transforma lo visible en invisible, esa fuerza del corazón nos conecta con Dios y con todo lo que existe en el Universo, verá usted es la mejor manera de caminar por el mundo y nos embriaga en un estado agradable de bienestar.

Es en familia, en donde se hace posible el amor, un afecto sin condiciones; en donde los padres que inician un pacto filial eterno, porque quieren a sus hijos porque son su continuación, no en razón de sus cualidades.

Es en este espacio familiar donde florece lo humano del hombre, que es el enseñarlo a pensar, a profundizar, a reflexionar, es en ese ámbito donde se aprende el cuidado de las virtudes, el respeto, la honradez, generosidad, responsabilidad, el amor al trabajo, gratitud, etc.

En nuestras casas nos invitan a ser creativos en el cultivo de la inteligencia, la voluntad y el corazón, para poder contribuir y abrirnos a las sociedades preparadas e íntegras, el amor de la familia es un remanso de paz,

Conserve y cuide su familia que es el lugar donde empieza la vida y el amor nunca termina, y es el don más preciado que nos da Dios.

Nos vemos en la próxima.

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