Los paralelismos son demasiados. Era el Verano en Roma, y reinaba Nerón, famoso por sus excesos en el ejercicio del poder. Aconteció también  a mediados de Julio.

 Las  crónicas existentes sobre este evento flamígero y arrasador, hablan de que cuatro de los principales distritos romanos fueron devorados por las llamas. Las embestidas  del fuego acabaron con el templo de Jupiter y de las llamadas vírgenes vestales.

  Algunos historiadores  narran, que mientras Roma ardía, Nerón tocaba y cantaba. A  propósito  de todo esto, les  refiero uno de los párrafos  del escritor  Carlos Fuentes, en su libro Los Círculos del Tiempo, donde habla de que la historia es recurrente.

  Y bueno..por lo menos  aquí en nuestra capital Victoria, pareciera que tenemos  a un émulo de  aquel personaje de la era romana, que pasó a la posteridad, justamente por sus locuras de convertir en cenizas la capital del imperio. Me refiero al alcalde  Xico González  Uresti, mismo que en plena canícula, cuando según los psicólogos, suele dispararse  con mayor rigor, el mal humor social, se le ocurrió  la idea  de aplicar multas onerosas  a los  ciudadanos, bajo pretexto de la pandemia.  

   Así como Nerón incendió a Roma, Xico  acaba  de incendiar los ánimos de una ciudadanía victorense, que  agobiada por el confinamiento propio de la pandemia; ahogada por el desempleo  y la carencia de alternativas, ahora tiene que enfrentar fuertes sanciones económicas  dictadas  desde  alguna clase de zumba. O concebidas  desde algunos de los baches neuronales  del Presidente Municipal.

Otro paralelismo: El incendio de Nerón,  acabó con los templos  de sus dioses. Aquí en Victoria,  Xico está arrasando  con  el santuario panista, distanciando cada vez más a este partido de sus posibilidades de repetir la administración municipal, en la elección 2021. Con Xico en la alcaldía,  el PAN en la capital del estado, está helado paleta.

Las medida es tan grave, que hasta los mismos diputados panistas, (asustados por la nueva explosión de hartazgo  social provocada por el alcalde  azul), se deslindaron rápidamente. Y  obviamente se lavaron las manos  de manera extemporanea, pues la semana santa ya hace tiempito que transcurrió.  

   El alcalde  no ha dado la cara. Y eso ya habla de que, no calculó la dimensión de su desatino y de su imprudencia, al asestar  un golpe dirigido hacia los bolsillos de las familias victorenses. Ahora  se niega a enfrentar los rugidos del tigre citadino.

Así como Nerón se refugió de la lumbre, que el mismo había provocado, en el templo  emblemático  de la serpiente curativa que mordía y lamía las heridas, Xico como pésimo medico de la política, envió por delante a  su Secretario del Ayuntamiento, un personaje de nombre José Luis Liceaga, parsimonioso en el hablar, el cual al momento de declarar a los medios, traía un tapabocas, que se quitaba repetidamente, para  apurar  tragos de Coca cola. De acuerdo al video, se le veía nervioso.

 El “Secre” Liceaga dijo, según lo que escuchamos, que la decisión de multar a los victorenses, no  es recaudatoria, y  que no hubo necesidad de consultar  al cabildo, porque,  todo eso está contemplado en la Ley Estatal de Salud, con lo  cual,  le están echando la pelotita a la Secretaria  Gloria Molina  Gamboa, como que si esta dama  de origen chiapaneco, no tuviese ya demasiados problemas, y ahora pretenden que se encargue  de los errores cometidos por  sus vecinos municipales del  diecisiete  Hidalgo.

  Habría que sugerirle  al señor Liceaga, que lea  el significado del concepto, que él tanto se afana en desmentir: recaudatoria, o recaudatorio, perteneciente o relativo a la recaudación. Y enseguida, recaudación, acción de recaudar o cantidad de dinero que se recauda. Así de simple. Sin tantos rollos cocacoleros.

  Dijo también en la entrevista que no era recaudatoria, porque para él, esa palabra  significaba recaudar mucho dinero, y que se estaba recaudando poco. Pero solo para abrir boca, ya aplicaron los “angelitos” de tránsito municipal  27 multas. Y obviamente van por una bolsa económica mucho más jugosa. Y así como no le pidieron a nadie permiso para sangrar la cartera de los ciudadanos, tampoco le rendirán cuentas a nadie, de la manera como se van a gastar esos dineros. ¿Acaso otro bailecito privado del Tesorero?

 Porque, como dice la voz del pueblo en las redes sociales: para eso sí son muy eficientes, pero para resolver problemas torales como el agua potable, la recolección de basura y la pavimentación de calles,  ahí sí dejan los rayones.

  Eso de negar  el término recaudatorio, porque  aseguran que es poquito, es como  el tema del embarazo. No se puede decir que  alguien está poquito embarazada.

 En suma, Xico vuelve una y otra vez  a cajetearla gachamente. Es un reincidente consumado y con- sumido.

  Las regazones  de Xico, son tan frecuentes y tan eficaces, que  ya por ahí  algunos comentan que, pasará  a la historia, como el más grande jefe de campaña, de la oposición en el centro de Tamaulipas.

 Por ahí va el tema de fondo.