Reflector / Gilda  R. Terán.

No hay nada que supere la magia de leer un libro impreso, y por si fuera poco esta disciplina, contribuye a que se activen funciones neurológicas como la memoria y concentración.

De acuerdo a expertos de neuropsicología, afirman que las personas que se inclinan por la lectura impresa, se accionan actividades  neurosensoriales, esto es debido a que el cerebro prefiere esta opción de leer porque percibe al libro como una especie de mapa, con sus regiones y caminos, y en ese sentido la memoria visual desempeña un papel preponderante.

Resulta que leer en papel, requiere más concentración y  comprensión,  y es que los impresos tienen un formato más conveniente para la vista, además   resulta más fácil hacer conexiones mentales al leer textos impresos, porque la palabra escrita estimula mejor todos los sentidos.

Optar por adentrarnos en las páginas de algún tomo literario, la sensación de darle vuelta a sus hojas, nos permite que la memoria y concentración sigan activadas a largo y corto plazo, y es que comprobado está que tienen alto valor multisensorial, para despertar en el lector emociones y sensaciones en su psiqué.

Y aunque hoy por hoy, la tecnología con sus herramientas, luchan por convencer a los lectores que los libros electrónicos, con su versatilidad y simplicidad, podrían sustituir la belleza y el valor de los libros impresos, logrando que cada vez sean más aquellos que compren e iluminen sus ojos con la luz de una pantalla o de cualquier dispositivo.

Pero, la realidad es que no existe lectura electrónica  que haga sentir la verdadera magia de un libro de papel, que a través de un artefacto digital, bueno y es que  hay  factores naturales  como el olor y la textura de las páginas que enganchan al lector hasta sentirse parte de la historia misma, dejando plasmado algo de su ser como lo hizo el mismo autor.

Por años atrás, la lectura de letras,  es una experiencia que transporta al lector a mundos inimaginables en el que las hojas que cuentan la historia son capaces de hacer olvidar aquello que te rodea, es como si un libro te transportara hacia el mejor viaje de tu vida.

Pues son  muchos los  que hablan del olor de un libro, de sus hojas viejas o nuevas que te invitan a enamorarte de las letras que se esconden en ellas,  es quizá una de las características que más se disfrutan de un libro impreso, ya que pasar por sus páginas es como hacer un viaje por el tiempo.

Es la textura de las hojas y la emoción de saber que estas por terminar el libro o para tal caso que no quieres que se acabe, una experiencia mágica que sólo ocurre con un libro impreso, saber que con cada página encontrarás un nuevo secreto, un nuevo momento, una nueva emoción se convierte una adicción de  los enamorados de los libros impresos y que  no desean escapar.

Promoción a la lectura.

Y bueno en estos tiempos  de confinamiento en casa,  el gobierno del estado, sigue impulsando las lecturas  esto se hace a través de Cultura Tamaulipas, quienes en este mes del bibliotecario, brindan lecturas virtuales.

En estas tareas de fomentar las lecturas impresas hacen todo el esfuerzo para acrecentar el acervo cultural, así  como el amor por las letras plasmadas, ya que se brindan historias y cuentos de escritores a través de sus redes sociales.

Sin duda alguna, no podemos negar que la tecnología tenga  muchas ventajas y que  sea siempre una parte fundamental de nuestra vida, pero la experiencia de leer un buen libro con todas y cada una de sus fascinantes características jamás desaparecerá de la lista de placeres de aquellos que somos amantes de la palabra impresa.

Nos vemos hasta la próxima, sea feliz en familia.

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