En lo que parece  ser ya prácticamente, el inicio de la campaña por  la gubernatura, en su partido MORENA, el senador  Américo Villarreal Anaya recibió  hace días, instrucciones precisas, por parte de Palacio  Nacional, para que inicie la guerra política contra el gobierno cabecista,  lo que a la postre, podría llevarlo a abanderar al obradorismo, como el próximo candidato  del Presidente AMLO, al gobierno tamaulipeco.

  De acuerdo a lo que se comenta en esta capital, y en otras ciudades  de la entidad, el senador morenista  ya  está armando todo un equipo de trabajo, con diversos grupos  y  corrientes, a lo largo y ancho de la entidad.

Bajo ese posicionamiento, el legislador federal, originario de esta capital, ha tomado ya bajo sus riendas,  la bandera opositora. Y de aquí en adelante, su tarea, será la  de remar contra corriente, por un lado contra la poderosa maquinaria azul. Y por la otra, resintiendo la grilla de sus propios correligionarios, mismos que, se resisten a cederle la delantera de la  carrera por la gubernatura.

  De continuar el accionar político  de Villarreal Anaya, rumbo a una potencial candidatura al gobierno del estado, en Tamaulipas estaríamos ante una revancha político-electoral,  en el 2022, de pronósticos reservados:

  A  continuación, les compartimos parte  del  video, dado a conocer por el cardiólogo  y senador Villarreal  Anaya, en los espacios virtuales de internet:

  “Rechazo categóricamente este hecho que pone el riesgo y compromete las finanzas públicas de los tamaulipecos, por los próximos veinte años, justificado su aplicación, principalmente a inversiones públicas productivas, categorizadas en infraestructura, equipamiento y compras de bienes inmuebles y mobiliario que nada tienen de productivas”.

  “Así como la constitución, agrega,  de fondos de reservas y el pago de gastos y costos derivados de la contratación de financiamientos anteriores. Desde el anuncio de esta noticia, he informado al Presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Senadores,  doctor Ricardo Monreal Avila, así como al Presidente de la Comisión de  Hacienda, senador Alejandro Armenta y  a senadores de nuestra fracción parlamentaria  de  MORENA, quienes están revisando el decreto. Y les he manifestado nuestra preocupación, por tan injustificado acto que endeuda a nuestro estado. Y que en un futuro limitará  la realización de políticas públicas”

  “Presentaremos nuestra inconformidad ante las instancias  correspondientes, para evitar el daño que se le quiere hacer a la hacienda pública estatal. Consideramos esta acción, como un acto de incongruencia”.

——MEXICO DIVIDIDO  Y  SIN LIDERAZGO—-

  Un México de calles  vacías  y de redes sociales en guerra, tratando de llevar agua a sus molinos. Y en medio de ese sordo enfrentamiento,  una sociedad mexicana de clases medias desprotegidas  y de pobres extremos atrincherados en los programas presidenciales.

¿Cuál de los tantos Méxicos que hoy se debaten en el escenario nacional,  resultará  triunfador? ¿El de las pequeñas y medianas empresas que se rascan con sus uñas?;  ¿el de las élites oligárquicas, que  de los apellidos Slim, Azcárraga, Bailleres  y de más  heráldicas ilustrísimas? ¿El de las clases medias erosionadas  y abandonadas a su suerte?

  El México  del caudillo AMLO que se niega a reconocer quer la historia ya dio un giro completo? O el México  de los gobernadores  que ambicionan quedarse con el botín político  de los próximos años en el país?

 Sin tomar en cuenta quienes son los gobernadores  de las entidades federativas donde actualmente  se plantea, una sensible reforma al llamado pacto Federal,  la lectura  que se deriva de esta realidad, es que el país,  hoy más que nunca está dividido, y le hace falta  un efectivo  liderazgo. El presidencialismo obradorista, no es sinónimo de unidad, ni mucho menos de convergencia de criterios.

  La pandemia  del COVID-19   ha encontrado en nosotros, a un país sin rumbo; a un Presidente de la república  que  aun cree tener  30 millones  de votos,  y a un grupo de gobernadores  que, como los  tiburones en mar abierto, ya olfatearon la sangre  de la 4T, y  van a seguir embistiendo y nadando en círculo, sabedores de que, el modelito  marca “AMLO”  ya llegó a su techo, y de que,  solo es cuestión de tiempo, para lograr su caída.

  Sin embargo, en  este choque de intereses, el país se está  muriendo, no de Coronavirus, sino de una enfermedad  generada  por  la ambición y el orgullo de sus dirigentes políticos, que  se niegan a sacrificar  sus posiciones, para  ceder en aras de un pacto nacional, donde la sociedad en su conjunto saldría ganando.   

  En 1977, España le dio al mundo, un ejemplo  de madurez  política, cuando el Presidente Adolfo Suárez,  logró  unificar a todos los partidos políticos,  a los empresarios  y a los sindicatos, en la  firma  de los llamados Pactos de la Moncloa. Fue un verdadero Pacto de Estado, sobre el cual se erigieron nuevas bases, lo cual dio impulso a una nueva época   de desarrollo económico, democrático  y social.

  Aquí  en México, estamos más  cerca  de la anarquía y el desorden; del divisionismo y del encono, en un país donde todo el mundo hace lo que le viene en gana. Y todos se echan culpas, unos a otros.