Ayer fue el día del actor, pero no crea usted que de los actores políticos que son malos para realizar su función pero  buenos para la actuación, de ellos ya le hablaremos en otra ocasión.

Aunque a decir verdad a muchos políticos se les debería de reconocer su gran capacidad histriónica porque son buenos para  el juego de máscaras,  se esmeran para hacer hasta de sus vidas unas novelas que utilizan a su conveniencia de acuerdo a la ocasión, pero nada de noble tiene su actuación.

Por lo tanto en esta ocasión no le hablamos de los políticos que se sienten artistas en cada administración, a lo que nos referimos es que ayer fue el Día Internacional del Actor, de los actores  que en cada presentación dejan pedacitos de su corazón.

La verdad es que muchos, la gran mayoría, de los políticos son buenos para utilizar las máscaras de lágrimas y risas según les convenga,  hasta les da por caracterizarse de santos, les encanta subirse a los escenarios y que el telón se abra para que el pueblo vea su actuación, por lo tanto, ellos también debieron festejar el Día Internacional del Actor, pero no, no se lo merecen.

Porque el verdadero actor entre lágrimas y risas muestran a la gente su actuación,  el aplauso es su motivación, el reconocimiento su ilusión y con pasión caracterizan cada representación.

En fin, el caso es que ayer fue el Día Internacional del Actor, reiteramos, no de los actores políticos  que se sienten artistas, sino de los que con dedicación realizan una buena función haciendo que hasta se olviden los problemas y alegrar la vida de la población.

El Día Internacional del actor se celebra en memoria de San Ginés, Santo cuya imagen se evoca con una máscara, remite al sutil límite entre la ficción y la verdad.

Una de sus obras en la que estaba presente el Emperador Diocleciano, Ginés realizó una parodia sobre el bautismo. 

En el momento de recibir el agua se realizó el milagro y fue convertido al cristianismo, según cuenta la leyenda. 

Tras lo ocurrido aquel día, San Ginés fue considerado dentro del gremio como el Santo Teatral, pues encontró el camino a Dios a través de su profesión.

Cada 26 de agosto  es la ocasión perfecta para reconocemos la labor que hacen todos los actores y actrices que día a día trabajan para causar diferentes sensaciones y emociones al reencarnar e interpretar a personajes que nos hacen vibrar.

Un día después, pero con el cariño de siempre va nuestra felicitación para todas las actrices y todos los actores tamaulipecos.

No nos alcanzaría el tiempo para mencionarlos a todos y todas, CARLOS VALDEZ MENDEZ, MEDARDO TREVIÑO, MARCOS BEAS ORNELAS, ARMANDO CAVAZOS, DEMETRIO AVILA, LORENA ILLOLDI, GABY MILLA, PEQUE BALDERAS, ADRIANITA SALDIVAR, JESUS ÑAÑEZ, CARLOS ORTIZ, solo por mencionar algunos de los grandes talentos que han dado lustre con sus excelentes actuaciones a tierras cuerudas.