En Tabasco, tierra que vio nacer a quien, nos guste o no, hoy es el Presidente de México, el lunes pasado se aprobó una ley que establece hasta 20 años de cárcel a quienes extorsionen y bloquen obras públicas o empresas privadas.

Como “Ley garrote” fue titulada, y de inmediato genero reacciones encontradas entre diferentes sectores de la sociedad pues consideran que la idea principal es castigar a quienes tengan la osadía de manifestarse en la vía pública, marchas y plantones, además de violentar la Constitución que marca el derecho a la manifestación y libre expresión de ideas.

Aunque se aprobó en un Estado y puede ser que el fondo de la ley aprobada sea que no se obstaculicen los trabajos para la refinería dos bocas principalmente, también puede ser que la intención sea que esa iniciativa sea adoptada en otras entidades para que así la única voz cantante que se escuche sea la del supremo gobierno.

Igual seguramente la preocupación de los políticos, que fueron los que más ruido hicieron por la dichosa “Ley Garrote” aprobada en Tabasco, es que el tema impacte en las elecciones siguientes, pues si el proceso no se realiza correctamente nadie podrá salir a las calles a manifestarse o plantarse en plazas públicas exigiendo voto por voto casilla por casilla tal y como en su momento lo hizo el ahora presidente ANDRES MANUEL LOPEZ OBRADOR.

La verdad es que la dichosa ley tiene muchas aristas, cierto es que con ella prácticamente se está violentando el derecho a la manifestación, pero también es verdad que los bloqueos, marchas y plantones en ocasiones se salían de control generando caos, violencia y pérdidas a la nación.

Otra verdad es que las manifestaciones son buenas, más en estos tiempos que es la única manera de que los próceres del poder vean la inconformidad del pueblo que exige ser atendido.

Las manifestaciones son sinónimo de que hay inconformidad, que algo no funciona bien en el sistema, son utilizadas tanto para bien pero mayor mente para mal, buscan un interés que no es presisamente el de ver que a este país y su pueblo le vaya bien.

Lo peor es que lamentablemente muchas de las manifestaciones, como los plantones y marchas, que se han registrado en el país son dirigidas y patrocinadas por gente que busca más que un beneficio común, saciar su ambición de poder, fama y fortuna. El mismo ANDRES MANUEL sabe muy bien de esos asuntos.

Cierto es que se obstaculizan obras y se tienen perdidas de millones de pesos con los bloqueos carreteros y eso no es bueno para la economía y desarrollo del país, pero insistimos, es mejor el dialogo, el hacer las cosas bien para que el pueblo no se manifieste en lugar de aprobar una Ley que violenta el derecho a la manifestación y libre expresión.

En fin, la situación es que allá en Tabasco, la tierra del Presidente, se aprobó una ley con la que se pretende castigar hasta con 20 años de cárcel a quienes se manifiesten o bloquen obras y espacios públicos y privados.

Se teme que otros Estados de la república y la CDMX adopten esa “Ley Garrote” y que ésta venga a coartar también las manifestaciones hasta en los fraudes electorales. ¿Sera que realmente esa es la intención?