Entre Nos…

Por: Carlos Santamaría Ochoa.-

 

Somos, sin duda alguna, una sociedad carente de muchos servicios y otras cosas que debiera proporcionarnos la autoridad en sus tres niveles, comenzando por los aspectos de seguridad, salud, educación, servicios básicos en general, agua potable y muchos más. No somos independientes y requerimos la participación de la autoridad de acuerdo con sus posibilidades.

Y en ese torrente de necesidades entran las instancias que hoy en día manejan Andrés Manuel López Obrador, Francisco Javier García Cabeza de Vaca y Xicoténcatl González Uresti, quienes de alguna manera encabezan los esfuerzos que deben llegar a la ciudadanía, y eso todos lo sabemos.

Bien o mal, tenemos algunos servicios, y todos sabemos cuales son os más urgentes o los más sentidos por la mayoría que requerimos agua principalmente, seguridad y otras cosas como una pavimentación digna y justa para una ínsula como la nuestra.

Y sabemos que algunos recursos por cuestiones administrativas se llevan en otros niveles; es así como el gobierno federal canaliza dinero a través de programas que ejerce el gobierno estatal, y éste mediante los gobiernos municipales, aunque éstos últimos está demostrado, son los puntos donde más dinero se pierde, y si no se cree, bastaría darle una revisada a los recursos municipales para ver que los gastos son más grandes que las noches de zumba y que falta mucho, mucho por ejercer.

Y todo equipo de administración publica debe contar con expertos en dineros, en planeación y en ejecución de oras y dejar de hacer caprichos que solamente sirven para hacer permanente el nombre de un gobernante.

Un buen mandatario escucha, medita, mide, considera y elige las obras que tienen mayor significativo en la comunidad, las que más sirven, las que mayormente hacen falta, y aplica los recursos de una manera justa y digna.

Entendemos que no alcanza el dinero para todo y eso se sabe sin necesidad de echar culpas a los que ya no están, pero el talento de los que gobiernan estriba precisamente en la forma de seleccionar las obras.

Pensamos en el acueducto y su segundo ramal, pensamos en el acuaférico y muchas obras más, pero tenga la certeza de que todos los victorenses pensamos en las obras hidráulicas, porque éstas nos afectan a todos, y todos padecemos la falta del vital líquido.

Los mejores gobernadores, los más eficientes presidentes municipales o los más acertados presidentes de México han sido esos capaces de escucharnos, y de entender cuales son nuestras prioridades, tratando de ajustar los dineros públicos a éstas, que es una empresa nada fácil, porque entendemos también que, para todos, nuestra prioridad es la primera -valga la expresión- y muchas veces denostamos las de los demás.

El principal reclamo ha sido del agua y no queremos saber que sucederá en pleno verano de seguir así, porque nos arrebataremos los tambos de agua unos a otros.

Y nuestros gobernantes deben recordar que la mejor campaña en pro de sus partidos políticos es el cumplir eficientemente con su trabajo de gobernar, con la repartición de beneficios en forma equitativa, y que a todos nos toque un poco de la obra pública.

Esa es la mejor forma de convencer, porque no se tiene que hacer mucho más que ello. Solo cumplir.

Queremos servidores públicos que nos cumplan, que nos garanticen al menos sobrevivir con los servicios básicos y prioritarios, que no es mucho pedir. Finalmente, parar eso los elegimos, y pedimos vehementemente que sepan cumplir sus obligaciones.

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