Polvorín…

Por: José Ángel Solorio Martínez.-

Si hoy, fueran las elecciones para la renovación del Congreso de Tamaulipas, el PAN se llevaría la mayoría absoluta, el PRI –milagrosamente- se instalaría en segundo lugar y MORENA –contra lo que se esperaba- se precipitaría hasta al tercer sitio.
¿Remoto?
No.
De ninguna manera.
Los desaciertos del CEN del partido del Presidente Andrés Manuel López Obrador, han hecho lo que jamás nadie imaginaría: revivir al PRI y fortalecer a un PAN desangrado por causas diversas –una de ellas, el triunfo de AMLO-.
En este momento, el ánimo del morenismo regional está por los suelos. Y el júbilo entre sus aliados –grupos de panistas y priistas nada desdeñables–, ha caído por la actitud sectaria y excluyente de Yeikol Polewsky.
De un PRI que arañaba el 13 por ciento de preferencias en la región, ahora parece estar oxigenado y listo para la disputa de al menos 7 distritos de mayoría. (Antes del sismo que afectó la estructura partidista lopezobradorista, en ningún distrito el tricolor, tenía posibilidades siquiera de ser un elemento competitivo).
El PAN, antes de los trompicones de Polewsky, tenía candidatos competitivos al menos en 7 distritos. Hoy, los 22 aspirantes azules tienen el camino llano para llevarse las curules.
En Nuevo Laredo, se borró a la candidata de MORENA más fuerte de la frontera tamaulipeca: Rosalina Cantú Rosas. En Madero, de un plumazo, Yeikol envió a MORENA al tercer lugar con la candidata enlistada; en lugar de apuntalar a Marcos Cortés, envió a una damita que apenas articula palabra y sin consenso en la compleja sociedad petrolera.
Lo mismo en ciudad Victoria. Se desplazó a Vanessa Mata para dar paso a un sujeto de bajo perfil y baja potencia. Lo mismo, que en el sur: en la capital, se destina a MORENA a descender hasta un penoso tercer lugar.
En Reynosa, lo mismo.
Candidatos y candidatas desconocidas, que abren la puerta para que el PAN se lleve sin objeciones los cuatro distritos con una incuestionable ventaja.
Es de sentido común: un partido debe postular candidatos que le garanticen una alta competencia. No lo contrario. Justamente, la decisión de enlistar a cuadros de bajísimo perfil desata el sospechosismo y la especulación.
El indicio de que la manufactura el listado de los candidatos es fatal para el lopezobradorismo, son las consecuencias que arrastrará para MORENA y los tamaulipecos: un PRI revigorizado, un PAN galvanizado y un movimiento de regeneración, apachurrado.
Y lo pior –que es peor, que peor-, para la IV Transformación: un Congreso local, con una mayoría inobjetablemente panista.