Col. Candelero…
Por: Abraham Mohamed.-
El Presidente López Obrador está muy preocupado, pero al mismo tiempo, decidido, necio como dice ser, en continuar con su proyecto de la Cuarta Transformación de México.
Y es que el desbarajuste que se soltó en el país, más que nada es por dinero, y no por fallidas negociaciones políticas, o por combatir a los huachicoleros –con todo y la amenaza que en una manta le hicieron en Salamanca- o por el desabasto de gasolina, o por la aprobación del Congreso para crear la Guardia Nacional para combatir la inseguridad, o por el bloqueo de las vías del ferrocarril en Michoacán, o por el paro loco de las maquiladoras en Matamoros, o porrrrr… etc.etc….
Pero no, no, no, el Presidente anda que no lo calienta ni el sol, porque ya confirmó que no le va a alcanzar el presupuesto que le aprobó el Congreso para cumplir sino con todos, si con la mayoría de los ofrecimientos que ha hecho.
Es que aparte de costar millonadas de pesos, no es cosa fácil aliviar la pobreza de 52 millones de mexicanos, becar a los jóvenes “ninis” para que tengan un buen futuro, darles vida digna a los ancianos y a las madres solteras y además construir las obras de infraestructura que considera necesarias para afianzar el desarrollo del país.
Pero hay algo más apremiante todavía y es tener liquidez para pagar, cuando menos, los intereses de la deuda externa que dejó Peña Nieto de ¡10 billones de pesos! y que en este 2019 serán ¡543 mil millones los que hay que entregarle a los acreedores! pues de no hacerlo en tiempo y forma, esos financieros extranjeros, el Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial, nos pondrían de rodillas como país.
Un serio adelanto es el bajón que la calificadora Fitch Ratings ya le dio a Pemex como sujeto de crédito de alto riesgo, y también nos tienen en la mira Standard & Poors y Moddy’s que decidió “ver nuestro comportamiento“ durante los próximos 6 meses para decidir cómo calificarnos.
En respuesta, el Presidente López Obrador “calificó” a los analistas de Fitch Ratings de hipócritas y cómplices por hacerse omisos del saqueo que le hicieron a Pemex y afirmó que es una empresa que está en proceso de plena recuperación tanto en su producción de petróleo como en su administración eliminando la corrupción y en proyecto de mejorar aún más al modernizar sus seis refinerías y con la construcción de una nueva en Dos Bocas, Tabasco con inversión de 8 mil millones de dólares.
Aquí preciso que valió gorro, el dictamen que el Instituto Mexicano del Petróleo hizo afirmando que es inviable e incosteable hacer esta refinería; que en vez de 8 mil millones de dólares se tendrán que invertir 14 mil 740 millones y que hasta dentro de 20 años generaría beneficios, después de empezar a operar en 2024 -ufff- pues no se terminaría en tres años –en 2021- como anunció la Secretaría de Energía, ya que la obra se llevaría cinco años para quedar lista, dado que un año sería de planeación y cuatro más para construirla. Ah…y que además se tendría que hacer en Tula, porque en Tabasco hay que realizar labores de acondicionamiento del terreno, agregándose dos planes financieros para construir la que será emblemática obra de AMLO: el primero con 100% de fondos públicos y el segundo con 30% de fondos públicos y 70% de recursos privados.
¿Y sabes qué? Ernesto Ríos Patrón, quien como director del IMP firmó tal dictamen, de inmediato fue cesado y ya está en su lugar Marco Antonio Osorio Bonilla a quien la Secretaria Rocío Nahle le dio posesión a nombre del Presidente ayer mismo para enseguida rectificar el dictamen anterior y oficialmente difundir: “El IMP como brazo tecnológico de México, actualmente apoya y colabora en proyectos estratégicos de Pemex, como es el caso de la refinería de Dos Bocas, la cual es técnicamente viable y necesaria para nuestro país, al contribuir en la autosuficiencia en materia de combustibles”. Agrega que el IMP al ser un organismo de carácter tecnológico no es de su competencia presentar recomendaciones de tipo financiero por lo que no ha validado ningún análisis en ese sentido”.
En pocas palabras, hicieron pomada al dictamen aprobado y firmado por el anterior director Ríos Patrón que, repito, fue de inmediato cesado de su cargo como director del IMP.
¿Cómo ve….?
Yo con todos los antecedentes que tengo sobre el estilo de ser, de actuar, de mandar y de operar del Presidente López Obrador, estoy convencido de que sí está preocupado por la escasez de dinero, pero como no puede echar mano de las reservas del Banco de México, porque eso está prohibido por la Ley, ya armó todo para que se proceda e ingresen a la Tesorería de la Federación las millonadas de pesos que se necesitan para lograr la Cuarta Transformación de la Nación.
Y para eso van a ampliarse las acciones contra los que han saqueado al país, procediendo penalmente contra ellos para decomisarles cuentas e inversiones bancarias, empresas, bienes muebles e inmuebles que tengan aquí o en el extranjero, que podrían subastarse en un Tianguis del Gobierno Federal, igual al que está por realizarse en el aeródromo de Santa Lucia donde el 23 y 24 de Febrero se rematarán 173 vehículos que indebidamente estaban asignados a funcionarios, ex funcionarios y políticos entre los que hay camionetas, autos de super lujo blindados, motos, tractores y autobuses con lo que Hacienda espera obtener 100 millones de pesos. Luego, el 26 y 27 de abril, ahí mismo en Santa Lucía, se subastarán 76 aviones y helicópteros que conformaban la flota aérea oficial que también disfrutaban para su uso particular y familiar, los enquistados en el poder público. Todo lo que se obtenga con estas subastas se destinará para la creación de la Guardia Nacional.
El decomiso de dinero se hará mediante la intervención de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda a cargo de Santiago Nieto.
Por ejemplo, ya se procede contra los dueños de cadenas de gasolineras que operaban con huachicol. Todas las cuentas bancarias de Guillermo Karam de Hidrosina, están congeladas y por razones de secrecía legal, no se difunden los nombres de otros poderosos “gasolineros huachicoleros”. Lo mismo acontece con las investigaciones sobre el narco lavado de dinero.
En Secretarías de Estado también se investiga la corrupción y, por lo pronto, se puede decir que ya también se detectaron irregularidades por varios millones de pesos en Sedesol durante la función de Eviel Pérez Magaña.
Se seguirán revisando los contratos de obras o de proveeduría no solo en Pemex, sino también en el IMSS, ISSSTE, CFE y por supuesto continuarán las indagaciones sobre ciertos contratistas del suspendido nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, entre otros más.
Está claro que el Presidente López Obrador necesita dinero para cumplir con su Plan de la Cuarta Transformación de la Patria y, para obtenerlo, aparte de encarcelar a los delincuentes, les decomisará todo el efectivo o bienes que hayan adquirido ellos o sus familiares, con el dinero robado a la Nación.