PODER POLÍTICO…
Por: Ciriaco Navarrete Rodríguez.-
El ingeniero civil Gilberto Estrella Hernández (GEH), profesionista probo, quien además, según sus antecedentes curriculares, es egresado del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, y desde el día uno del mes de octubre del año 2016, se desempeña como titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (SEDUMA), del gobierno del Estado de Tamaulipas, pero más allá de la ingeniería civil, a juzgar por su errores conceptuales, se evidencia que carece de conocimientos sólidos de Ecología y Conservación de los Recursos Naturales, materia que he estudiado desde hace más de medio siglo.
Y como lo saben mis lectores, soy un periodista apasionado de los saberes verdaderos, práctica pedagógica y didáctica que he desempeñado con apego a mis estudios avanzados de maestría en docencia, y además, siempre he procurado sustentar mis tareas editoriales en probados fundamentos científicos, y actualmente, como lo demuestro en el presente editorial, como politólogo, me ocupo de reflexiones importantes que son derivadas de las Ciencias Naturales, y de las Ciencias Políticas, para poder aconsejar a los integrantes de los tres Poderes del Gobierno de Tamaulipas, con la sana finalidad de que eviten la toma de decisiones que por inoportunas, mucho disgustan a la sociedad tamaulipeca.
Con base en lo antes expuesto, de manera muy comedida, pero muy oportuna, me permito aconsejar a las y los señores diputados locales, y el propio ingeniero Gilberto Estrella Hernández, que desechen la idea muy precipitada que consiste, en prohibir, el uso de las bolsas de plástico, por que con justificada razón, van despertar al tigre popular, debido a que no existe ningún proyecto estructural mediante el cual, sean fabricadas las bolsas biodegradables, para sean sustituidas las actuales.
Por ejemplo, es inoportuna, y políticamente peligrosa la idea maravillosa de prohibir el uso de las bolsas de plástico que se usan para acarrear los alimentos perecederos, pero aunque es muy necesaria, solamente se podría implementar cuando la legislación federal ya cuente con la infraestructura normativa propia del caso, porque aunque lo señale la Constitución General de 1917, en realidad no somos un Estado “Libre y Soberano”.
No hay que confundir el estatus constitucional de México, en el de nuestros vecinos norteamericanos, porque allá si existe un federalismo verdadero, y en nuestro país, el gobierno federal cuenta con Estado de Derecho, derivado del Artículo 27 Constitucional que regula a la Ley Agraria, que es la “madre de todas las leyes”, y en cuya redacción se encuentra “escondida” la legitimidad del país, en favor del presidente de México, como único dueño de la nación entera, y por esa razón jurídica, “los mexicanos carecemos de legitimidad en el derecho de la tenencia de la tierra”.
Con base en ese razonamiento jurídico, que es harto desconocido por nuestros profesionales del derecho, en gobierno de cualquiera de los Estados del país, está legalmente imposibilitado para tomar decisiones como la que propone el destacado ingeniero civil Gilberto Estrella Hernández.
Insisto en que su idea no es mala, lo malo es que los Gobiernos de los Estados del país, como Tamaulipas, no están facultados legalmente para emprender esa clase de proyectos que son de impacto nacional y mundial, por eso implica convencer previamente a los comerciantes, y a la población nacional para que, como consumidores, contemos con bolsas biodegradables previamente fabricadas, tal como ya se hizo en Australia, y ya se está haciendo en otros países del mundo.
La excelente, pero inoportuna propuesta del ingeniero civil Gilberto Estrella Hernández, corresponde a un proyecto nacional, que en el mejor de los casos, debiera alcanzar una cobertura mundial, pero por favor, señoras y señores diputados locales, y señor ingeniero Gilberto Estrella Hernández, no le hagan ese flaco favor al gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, porque por propia naturaleza política, en este año en el que se habrá de renovar el Congreso del Estado, podría haber serias repercusiones nada halagadoras para las y los aspirantes a diputados locales, de todos los partidos políticos, y particularmente del Partido Acción Nacional.
En eso consiste la insensatez contaminante del ambiente político, que ya está causando el ingeniero Gilberto Estrella Hernández, quien por añadidura está demostrando, que, por una parte, sabe muy poco de ética y de políticas públicas, y en materia de desarrollo industrial y comercial, ya lo está reprobando el pueblo tamaulipeco, toda vez que su bella propuesta, carece del andamiaje estructural suficientemente resistente y adecuado.
¡¡¡Y cuidado porque afectaría grandemente la fuerza legislativa con la que cuenta el PAN en el Congreso del estado!!!
Insisto en que la idea no es mala, es maravillosa, porque el hecho de dejar de usar las tradicionales bolsas de plástico, y cambiarlas por las que sean biodegradables, es un procedimiento altamente benéfico para la salud del medio ambiente que redunda en la de nosotros los humanos nos interesa como prioridad permanente, lo cual ya es una verdad científica, a juzgar porque se están encontrando vestigios de plástico en la carne de los peces de los que solemos alimentarnos.
Además, me permito subrayar, que si ya existiera la infraestructura que es motivo parcial pero muy importante, del presente trabajo editorial, no habría ningún reclamo popular, y tampoco estorbaría en los quehaceres electorales de ningún partido político, pero sucedería todo lo contrario porque Gilberto Estrella Hernández, quiere seducir al Congreso del Estado para que haga las leyes correspondientes a una especie de “carro que debe ser conducido con fuerza de sanciones, sin gasolina política, y sin llantas”.
Esa es una paradoja que “le queda como anillo al dedo”, a la muy inoportuna propuesta del Secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, del Gobierno del Estado de Tamaulipas, mismo que de esa manera quedaría aislado del concierto gubernamental y político de la República Mexicana.
Es recomendable tener mucho, pero mucho cuidado, con la presentación de ideas, propuestas y proyectos, que se aparten del universo de los saberes verdaderos, no importa que los autores sean profesionales altamente calificados, pero es necesario ubicarlos en quehaceres privados o públicos, con base en la visión estructural del entorno económico, industrial, comercial, y también político y gubernamental como lo es el caso del ingeniero Estrella Hernández.
Finalmente, quiero insistir en la necesidad que todos los mexicanos tenemos de acceder a la democracia verdadera como Régimen de Gobierno, aspecto que ni siquiera tomó en cuenta el ingeniero Estrella Hernández, y no lo hizo porque tal vez ignore la concepción correcta del socio capitalismo norteamericano, en cuyo universo gubernamental, la riqueza crece de manera permanente, igual que también está bien fortalecida la gobernabilidad y la paz social.
Esa es la garantía multifactorial que mantiene al dólar norteamericano como la más importante moneda de cambio en las transacciones comerciales, económicas y financieras de todo el mundo, y aun así, tanto China como la federación de Rusia, han intentado sustituir a la moneda de nuestros vecinos del norte, con las propias, pero no han podido, ni podrán logarlo, porque carecen de una sólida gobernabilidad.
Ojalá que el ingeniero Gilberto Estrella Hernández, se despoje de esas ideas que son dañinas para él, y en general son muy perjudiciales para la prospectiva de los habitantes del Estado de Tamaulipas, por no incluir a todos los mexicanos en su conjunto.
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