PODER POLÍTICO…
Por: Ciriaco Navarrete Rodríguez.-
Entre los peligrosos paradigmas de la ignorancia democrática que en verdad, está ubicada en el modelo agrario de la pequeña y/o mediana propiedad de la tierra, pero todas las personas que no lo saben, pero que usan y abusan del uso de ese vocablo, entro otros muchos, son los conductores y comentaristas de la radio y la televisión, así como todas y todos los que suben sus videos a las redes sociales de la Internet.
Pero hay que saber que, tampoco escapan a ese grave error conceptual, la gran mayoría de mis colegas editorialistas, y lo mismo sucede con los reporteros de los medios de comunicación masiva, quienes, por cierto, casi en su totalidad, en materia de políticas públicas, se asumen como dueños de la verdad, a pesar de que demuestran que de democracia no saben nada.
Lo igualmente preocupante, es que esas deficiencias cognoscitivas, también se encuentran en todos los libros editados por el “Fondo de Cultura Económica”, que es propiedad del Gobierno federal de México, y es una empresa editorial que fue fundada en el año de 1933, durante el régimen del presidente Abelardo L. Rodríguez.
Pero debo aclarar que el gran propósito original de esa Casa Editora, inicialmente fue el de editar libros para fomentar la ideología democrática interpretada en el Ideal Revolucionario maderista, en el cual se sustentó la ideología democrática de la Revolución Mexicana, y cuya protección era la de reformar la Constitución de 1957, para agregarle la mediana, a la pequeña propiedad de la tierra, a efecto de que fuera semejante a su equivalente francés.
Y tal como lo he venido explicando en numerosos de mis anteriores trabajos editoriales, cuando fue redactado el Plan de San Luis, en el que se le dio sustento ideológico democrático a la Revolución Mexicana, el jurista Andrés Molina Enríquez, precisó que “el modelo agrario de la pequeña y mediana propiedad de la tierra, tipo francés”, sería, como lo fue, el Ideal Revolucionario, por el que lucharían y lucharon las fuerzas revolucionarias encabezadas por Don Francisco I. Madero.
Desafortunadamente, debido a traición y Golpe de Estado que encabezó el usurpador Victoriano Huerta, no se pudo concretar esa, que sería la tercera transformación de México, porque la primera fue lograda con el triunfo de la Guerra de Independencia que dio lugar a la primera etapa del “México Independiente”, la segunda estuvo constituida por la pérdida de perdida de la mitad del territorio nacional, ocasionada por la intervención norteamericana de 1847.
Hecho histórico al que le siguió el advenimiento de las Leyes de Reforma contenidas en la Constitución juarista de 1857, la cual, fue redactada en base en el “modelo agrario de la pequeña propiedad de la tierra, tipo granja, e idéntico al norteamericano”, según lo señala los documentos históricos.
aclaro que se hizo con un elevado criterio democrático, derivado del Ideal Revolucionario maderista, que lo fue el modelo agrario de la pequeña y mediana propiedad de la tierra., el cual es un dato también muy ignorado por los propios mexicanos.
La razón por la cual, es peligrosa, la ignorancia de la concepción democrática consiste en que impide que los gobernantes sean capaces de resolver la problemática integral de sus gobernados, quienes han sido arteramente engañados por medio de un perverso adoctrinamiento ideológico por medio del cual, los gobiernos hacen todo lo necesario para obligarlos a creer que centralismo con el que se les gobierna, es una verdadera democracia.
Ese adoctrinamiento perjudica a gobernantes y gobernados, tal como sucede en México, en vista de que a los mexicanos por igual, se nos ha adoctrinado para que creamos que el marxismo es democracia, a pesar de que es bien sabido de que se trata de juna perversa dictadura como la que Lenin llevó a cabo en lo que fue la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y aunque aquel perverso régimen de gobierno ya desapareció en 1989, sólo cambió de nombre, porque ahora se llama federación rusa, y su presidente es el dictador Bladimir Putin.
Lenin fue el gran maestro del general Lázaro Cárdenas, quien también lo replicó en México, al crear el Régimen Presidencialista, que está en pleno vigor, y que nos tiene en vilo porque con el futuro presidente Andrés Manuel López Obrador, hay señales muy claras de que se va a recrudecer el presidencialismo mediante una posible dictadura que ya la tenemos a 15 días de distancia, porque AMLO, tomará posesión como Presidente de la República, el día uno de diciembre, que es el último mes del presente año 2018.
Pero los líderes de los Partidos Políticos que son adversarios a MORENA, que es el partido que ya llegó parcialmente al poder, por medio del Congreso de la Unión y el Senado de la República, tienen la obligación de explicar y demostrar en qué consiste esa prédica que según su decir, encabezarán una oposición responsable.
Ojalá que en la mente de esos líderes y de sus legisladores existiera la idea de unificar criterios y fuerzas políticas para negociar la posibilidad de que el próximo Gobierno de la República, para beneficio del pueblo mexicano, se decida a adoptar la democracia verdadera como régimen de gobierno, esa será una plausible responsabilidad, que nadie la ha tomado en cuenta desde hace más de 80 años.
Es cierto que todos somos ignorantes de muchos conocimientos científicos, tecnológicos, de la naturaleza terrestre, y del contenido infinito del universo, pero en este mundo que nos ha tocado vivir, ya existen diez naciones democráticas en las que se vive con los más elevados estándares humanos.
Los Estados Unidos de América (EUA), es la nación madre de la democracia verdadera, y sus habitantes ha disfrutado ese régimen de gobierno desde hace más de 200 años, le siguieron, Francia, Canadá y el Reino Unido de la Gran Bretaña, el cual está integrado por Escocia, Gales, Irlanda del Norte e Inglaterra.
Pero al término de la Segunda Guerra Mundial, Alemania, Japón e Italia, que fueron la nación es perdedoras, fueron obligadas a adoptar la democracia verdadera como régimen de gobierno, y desde mediados del Siglo XX, se convirtieron los países democráticos, que hoy por hoy, ya son las más jóvenes potencias económica y financieras del mundo.
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