PODER POLÍTICO…
Por: Ciriaco Navarrete Rodríguez.-
La consulta nacional ideada y prometida por presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO), cuyo muestreo se está realizando con el propósito de conocer la opinión popular, sobre la conveniencia o no, de continuar con la construcción del nuevo aeropuerto ubicado en lo que fue el lago de Texcoco, correspondiente a la jurisdicción territorial del Estado de México, lo cual, en realidad tiene un trasfondo positivo y políticamente muy provechoso.
Sin embargo los legos de la prensa nacional y los especialistas en las encuestas tradicionales, están atorados en un escándalo que en nada se relaciona con la innovada comunican social que está manejando AMLO, y lo hace junto con su equipo de colaboradores, quienes ya aprendieron el estilo del habilidoso tabasqueño, cuyas estrategias para mantener una fresca comunicación popular, le permitieron lograr el triunfo electoral arrollador en día uno de julio del presente año 2018.
Es cierto que la mala fama del priismo abonó el hartazgo de los electores mexicanos, pero además, si revisamos los antecedentes históricos, nos encontramos con una gran coincidencia con el triunfo electoral logrado por el General Lázaro Cárdenas en el año de 1934, pero la diferencia es, que en aquellos tiempos el triunfo correspondió a la ideología marxista hábilmente interpretada en la Constitución Regresiva de 1917.
Su adversaria fue la democracia verdadera por la que lucharon los defensores del ideal revolucionario maderista, porque no debemos olvidar que después de Madero, que fue la cabeza principal de la Revolución Mexicana de 1910, le siguieron en la lucha por redactar una reforma Constitucional con base en el modelo agrario de la pequeña y mediana propiedad de la tierra, con el que se garantizaba la solidez jurídica al derecho de la tenencia de la tierra.
Esa fue la meta suprema de Don Francisco I. Madero, seguido del General Álvaro Obregón, del Profesor y General Plutarco Elías Calles, y finalmente de Don Pascual Ortiz Rubio y de su relevo presidencial Don Abelardo L. Rodríguez, quien ya no pudo contener la bravura impetuosa e intrigante de los engañados zapatistas, que fueron utilizados por el General Lázaro Cárdenas, quien de esa manera ganó las elecciones presidenciales de manera aplastante.
Por eso digo que hay una gran similitud entre aquel triunfo electoral arrollador, y el que logró López Obrador, en día uno de julio del presente año 2018, pero en ambas contiendas electorales está presente el arraigado marxismo que se encuentra enraizado en la Constitución antidemocrática y regresiva de 1917, cuyo modelo agrario es el Ejidal y Comunal, que solamente garantiza la propiedad de la nación al presidente de la república en turno.
Por eso en México no tenemos un gobierno democrático, pero nuestros políticos y gobernantes han descuidado la concepción de la democracia verdadera, y por eso repiten como aves canoras, la palabra democracia, y lo hacen con tanta seguridad, que por eso presumen de que el pueblo mexicano tiene un gobierno supuestamente democrático, y no saben que ese es un invento del General Lázaro Cárdenas, con la finalidad de arraigar un perverso adoctrinamiento que hasta los académicos altamente calificados, dan por cierta esa gran mentira.
Por eso no nos debe extrañar que la Senadora y doctorada en derecho, Olga Sánchez Cordero, quien está propuesta para futura Secretaria de Gobernación en el Gabinete de AMLO, igual que muchísimos de sus colegas reputados como destacados juristas, dicho sea coloquialmente, están atascado en el mismo error de una falsa concepción democrática.
De manera que no nos debe quedar duda de que el futuro presidente de México, es un político profesional muy experto en la manipulación de las adoctrinadas conciencias populares, y por esa razón debemos unificar criterios y luchas sociales, con la finalidad de aprovechar las bondades de AMLO, para convencerlo de que adopte la democracia verdadera como régimen de gobierno.
Solamente de esa manera, podrá crecer la riqueza, porque la democracia verdadera es el único régimen de gobierno que impide el crecimiento de la pobreza, y en cambio, propicia el desarrollo de la industria y del comercio que son las principales fuentes de empleo, que aseguran el crecimiento de la riqueza nacional, en real beneficio del gobierno y de nosotros los gobernados.
La otra vertiente del trasfondo que AMLO sabe hacer de las conciencias populares, puede ser el rescate del exacerbado presidencialismo cardenista, porque no oculta su admiración por la figura del expresidente Lázaro Cárdenas, personaje histórico al que pretende blindar con inmaculadas imágenes históricas, tanto del Benemérito de las América Don Benito Juárez García, igualmente con la del apóstol de la democracia, Don Francisco I. Madero.
Ojalá que todas y todos mis lectores se contagiaran de mi entusiasmo para luchar pacíficamente, por convencer a López Obrador para que adopte la democracia verdadera como Régimen de Gobierno, no sería difícil, porque el presidente electo es paciente y muy tranquilo, y tal vez tenga la voluntad política suficiente para tomar esa determinación, sobre todo ahora que cuenta con el apoyo mayoritario del Poder Legislativo.
Solamente de esa manera abandonaremos el estatus de país subdesarrollado y hundido en la pobreza y en todos los males sociales que se generan por la miseria y el hambre de las clases populares.
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