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Por: José Ángel Solorio Martínez.-

La incorporación de Enrique Cárdenas del Avellano a la pugna por la diputación federal por el distrito con cabecera en la capital, le imprime incertidumbre a los resultados y a los comicios del 6 de junio y ofrece oxígeno a los anhelos del lopezobradorismo victorense de gobernar Ciudad Victoria; no así, en la justa por la diputación federal.


Primero: quita presión a MORENA y a su candidato a la alcaldía. Sin Cárdenas del Avellano en la boleta por la Presidencia municipal, se evita el escurrimiento de grupos priistas que se decantarían por Enrique, desangrando al morenismo capitalino. Más claro: con el hijo del ex gobernador en la disputa, Lalo Gattás –de ser el candidato, como se vislumbra– perdería una importante base social; no sólo porque se mueven en los mismos meridianos políticos, sino porque se diluirían las fuentes de financiamiento de uno y otro.
Segundo: será más nítida la polarización. Así es: el escenario que se genera con la candidatura de Cárdenas del Avellano por la diputación federal, deja en la pelea por la casona del 17 sólo a MORENA y el PAN. En otras palabras: en una contienda de tres –Enrique, la Tejana Gómez y Gattás– la estadounidense tenía más posibilidades de ganar. La lucha de dos, deja en estado de vulnerabilidad a Pilar Gómez y a su partido.
Tercero: el priismo victorense, se irá a pique. Sin Oscar Almaraz y sin candidato potente a la alcaldía, el tricolor vivirá una desbandada de militantes. Se infiere que la mayoría se irán con los candidatos del lopezobradorismo.
Cuarto: el escenario de la diputación federal, es otra vaina. La candidatura de Enrique, erosiona las preferencias electorales a la candidata de MORENA –se sabe, es mujer por equidad de género–. El beneficiario directo de esa decisión del ex alcalde priista, es Oscar Almaraz. Ese reacomodo socaba las aspiraciones de la aspirante lopezporadorista: los 25 o 30 mil votos que obtendrá Cárdenas del Avellano, impedirán que el umbral electoral de MORENA y su candidata cachen votos como para un triunfo incuestionable como el que se esperaba antes de la aparición del priista.
Quinto: de lo anterior, se desprende que el ganador –aunque pierda– será Enriquito. Se lo recompensará –se infiere–Almaraz, al tiempo de tener dos candidatos a la alcaldía: Gattás y Pilar.
Eso sí: será una derrota con sabor a triunfo, que le cancelará cualquier futuro político exitoso.
En suma: junto a Almaraz, Cárdenas del Avellano, pasará a ser víctima de doloroso proceso de limpieza étnica-política que los partidos verán este 2021…