H. Matamoros Tamaulipas a 12 de noviembre de 2025.- Van contra los vecinos escandalosos, esos que creen que la calle es pista de baile y que los corridos tumbados deben sonar a todo volumen aunque sea entre semana o pasada la medianoche.
La diputada Morenista Katalyna Méndez Cepeda puso el dedo en la llaga: urge actualizar los Reglamentos de Policía y Buen Gobierno en Tamaulipas. Muchos municipios llevan años sin revisarlos, permitiendo que faltas como el ruido excesivo, el acoso o el maltrato animal pasen casi desapercibidas.
Y tiene razón, las sanciones actuales a veces de apenas mil pesos ya no reflejan la gravedad ni el cansancio social ante estas conductas. Su iniciativa no busca castigar por castigar, sino ordenar, educar y recuperar la convivencia.
Porque más allá de las multas, lo que se busca es algo que parece olvidado: vivir con respeto y consideración hacia los demás, ya que cada vez hay mas personas menos consideradas que poco les importa que el vecino tenga que levantarse a trabajar temprano, o que su casa esté pegada con la de enseguida y por ende, las paredes retumben día y noche.
Cada vez se tienen mas denuncias al 911 para solicitar intervención de las autoridades en tema de música a todo volumen a altas horas de la noche, pero si por suerte se logra tener presencia de alguna autoridad, no hay sanciones, solo solicitud de bajar el volumen, pero lamentablemente aún no llegan a la esquina las autoridades, cuando ya le subieron de nueva cuenta al volumen de la música o karaoke. Con estas sanciones se le pondrá fin a quienes les gusta usar su casa como salón de fiestas sin control alguno.
“EL PROTOCOLO NO FALLO, EL ALCALDE NO ACEPTO LAS CONDICIONES DE SEGURIDAD”…
El Secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, aseguró que el protocolo de protección para Carlos Manzo, exalcalde de Uruapan, “no falló”, solo que no se aplicó por completo porque él mismo no aceptó las condiciones de seguridad propuestas por la Guardia Nacional.
Y así, con una frase, se intenta cerrar el caso. Ahora resulta que nadie es culpable, que el sistema funcionó, que las instituciones hicieron su parte… y que el único responsable es el propio muerto.
El discurso oficial repite el libreto de siempre: el protocolo estaba, los elementos también, pero algo o alguien no lo siguió “como debía”. Sin embargo, la pregunta de fondo es otra: ¿de qué sirve un protocolo que no protege?
Carlos Manzo no rechazó vivir, rechazó quizá un esquema insuficiente, incómodo o que no le garantizaba seguridad real. Y hoy ya no puede defenderse.
Mientras tanto, las autoridades se lavan las manos. El mensaje es peligroso: cuando la protección falla, la culpa es del protegido. Así, la impunidad se disfraza de procedimiento, y la tragedia se archiva, muy triste estas declaraciones que el titular de la SEDENA realizó frente a la presidenta de México Claudia Sheimbaum durante la mañanera ante los medios de comunicación.
“LOS NIÑOS QUE NO NACEN NO VAN A LA ESCUELA”
De escuchar y no creerse.
Durante su comparecencia en el Senado, el secretario de Educación, Mario Delgado, intentó justificar la baja matrícula escolar con una frase que ya se volvió viral: “Los niños que no nacen no van a la escuela”.
El comentario, que pretendía sonar lógico, terminó generando una ola de reacciones, burlas y memes en redes sociales. Muchos lo llamaron el nuevo “máster de la educación”, y no precisamente por su capacidad de análisis, sino por lo absurdo del razonamiento.
Mientras el país arrastra problemas serios rezago educativo, deserción, falta de infraestructura y maestros mal pagados, el secretario decidió explicar la caída en la matrícula por la simple razón de que “ya nacen menos niños”.
La frase, más que una respuesta, refleja una desconexión preocupante. Porque el problema no está en las cunas vacías, sino en las aulas deterioradas, en los niños que sí nacieron pero no tienen escuela cerca, en los que asisten sin libros, sin maestros o sin desayuno.
Reducir la crisis educativa a un tema de natalidad es como culpar al clima por la falta de techo. Y lo dicho por el titular de Educación, lejos de aclarar, confirma que la educación sigue sin tener quien la defienda realmente.
En el mundo que gira y gira, nada es lo que parece