DESDE ESTA ESQUINA…

Por: MELITON GUEVARA CASTILLO.-

La confrontación política llama la atención, en estos días, por sus protagonistas. La ideología que, en teoría, debe distinguir a un partido político; queda en el olvido, ante el pragmatismo, y sobre todo, en las explicaciones que dan para justificar el brinco de un partido político a otro. Los adjetivos calificativos van evolucionando; en otro tiempo, simplemente, era el de chapulin, ahora se agrega el de “traidores”.

Quiérase o no, en este proceso, se tiene que poner en el punto de reflexión el papel que han desarrollado los partidos políticos: de ser los aglutinadores, los representantes, de una específica ideología, se transformaron en un instrumento de poder, de manipulación, del grupo de personas o persona, que logra tener su control. Antes el PRI era propiedad del Ejecutivo, fuera estatal o federal; en el caso de Tamaulipas, hoy el PAN está controlado por el gobernador.

DERROTA PARTIDISTA.

¿Por qué algunos líderes han abandonado al PRI? Cuando el PRI era todopoderoso, en buena medida, los que llegaban al poder, era porque usaban una regla básica: no pelearse con quien, e ese momento, era titular del poder ejecutivo. Y si te peleabas, o en la lucha interna, estabas en el perdedor, el camino era el exilio. Así fue el caso de Ramón Durón (+) con Manuel Cavazos Lerma. Era estar fuera del presupuesto hasta que la ruleta diera vuelta.

También al PRI lo fueron abandonando elementos que tenían, en su momento, ambiciones de avanzar en la escalera del poder político. Como ejemplo pongo el de Antonio Martínez Torres, que fue se fue al PRD; sin embargo, creo que el más emblemático es el de Gustavo Cárdenas: que trabajo, lucho, persiguió, ser el candidato del PRI a la Presidencia Municipal y el PRI ni lo vio. Se fue al PAN y se convirtió en el primer Presidente Municipal de oposición en la capital tamaulipeca.

EL PRI SE PERDIO.

La derrota de Baltazar Hinojosa por la gubernatura fue, quiérase o no, el parteaguas de toda una época de un partido monolítico. El examen de lo que sucedió, digamos a toro pasado, hace que muchos priistas adquieran plena conciencia de que el PRI, en la práctica, poco a poco fue cavando su propia tumba: las imposiciones y el saqueo desmedido de las arcas públicas, abandonando a la población, gobernando para servirse y no servir, fue el acabose.

Eso fue, precisamente, lo que en su momento Felipe Garza Narváez esgrimió para dejar a su partido. Al partido que le dio poder, le dio cargos de liderazgo, cargos dentro de la administración publica, dentro del poder legislativo. Partido que le permitió, vaya pues, hacerse de un capital político. El partido, el PRI, dijo: ya no es lo que fue, olvido a la población, olvido a su militancia, palabras mas, palabras menos, fueron las justificaciones de Felipe para dejarlo, salirse.

OSCAR QUIERE GANAR.

Los rumores se convirtieron en realidad. Oscar Almaraz Smer ya es expriista. Afirma que “siempre he sido un elemento propositivo en mis participaciones políticas; donde los ciudadanos me han brindado la oportunidad de servir he dejado muestras fehacientes de compromiso, pluralidad y eficiencia”. Efectivamente, de esta afirmación no hay la menor duda. Por eso, en las distintas encuestas, sea por el PRI o el PAN, aparece como un triunfador. Los rumores insistentes, siempre fueron que el gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca lo coopto para su establo, para la causa priista.

En su carta de renuncia Oscar no dice, abiertamente, que será candidato del PAN. Hace notar que el PRI en la contienda del 2021 el PRI ira solo, sin alianzas (asume que perderá) y que “buscare participar en este proceso con la mayoría de las fuerzas políticas, sociales y ciudadanas que ven en mi persona la posibilidad de impulsar el cambio de rumbo para nuestra República”. Sopas pericos: va en contra de AMLO, contra MORENA.

ELECCION ELECTRIZANTE.

Si se confirma la versión de que Oscar Almaraz ira de candidato al Distrito V, ahí donde ya está apuntado Enrique Cárdenas, la elección puede ser electrizante. Los dos, quiérase o no, son ahí, poderosos, tienen un capital social indiscutible. Falta, por otra parte, ver quien será el candidato de MORENA: ¿imaginen que sea Felipe Garza Narváez? Y en caso de que sea Nora Hilda de los Reyes, la cuestión: ¿Qué tantos votos le dejaran? ¿Sera capaz de derrotar a dos dinosaurios de los votos ciudadanos?