Expediente… 

Por: Azahel Jaramillo H.-  

         Esta semana el diputado de MORENA, Roque Hernández Cardona, subió a tribuna para exigirle a la Secretaria de Salud, Gloria de Jesús Molina Gamboa que se ponga a trabajar y reactive el Hospital General de Cd. Victoria, “Dr. Norberto Treviño Zapata”, muy fundamental ahora que estamos en medio de la pandemia del Covid-19. 

         El legislador presentó el punto de acuerdo debido a que el Hospital General se encuentra inactivo desde hace varias semanas debido a fallas en su sistema de energía, lo cual impide el funcionamiento de incubadoras, máquinas de diálisis, ventiladores, quirófanos y elevadores. 

         Demandó el diputado local que se haga un llamado de atención y entrañamiento a la Secretaria de Salud, Gloria Molina y al administrador del hospital, “les exijo que de manera inmediata pongan a operar ese centro médico”. 

Lo que sorprende e indigna es que la Dra. Gloria Molina haya declarado  que dicho centro hospitalario opera en perfectas condiciones. Aquí lo mínimo que procede es que sea reconvenida por el Jefe del Ejecutivo. Con eso solamente se infiere un absoluto desdén hacia las familias de Ciudad Victoria, máxime que en estos días los habitantes d el estado y particularmente la ciudad capital estamos siendo severamente golpeados victorenses por una enfermedad sumamente contagiosa y mortal: el coronavirus. 

El “H. G.” está prácticamente cerrado, como si las condiciones de Tamaulipas fueran las de un gobierno en bancarrota. Ni que estuviéramos en un país en guerra, aunque hasta eso los hospitales en tiempos de guerra funcionan, operan. No es el caso. 

El “H. G.” está en el total abandono. La energía eléctrica está al 40 por ciento de operación, nada funciona adecuadamente. En verdad que los “Vientos de Cambio” arrasaron cual huracán todas las funciones vitales que tenía el Hospital General todavía hasta hace cuatro años.  

Días y noches hay que en el rumbo se respira un olor a muerte, para desolación de médicos, enfermeras y personal del H. G.  

En razón de ello los pacientes que llegan con gravedad son canalizados bien al Hospital Civil o directamente al Hospital Regional de Altas Especialidades, debido a que el H. G. está moribundo, agonizante, por no decir que está muerto. 

¿Y porqué está así el Hospital General? Muy sencillo, porque hace cosa de cuatro años amaneció ahí como Director General un oscuro individuo llamado Dr. Xicoténcatl González Uresti, que llegó para desmantelarlo. Y ocurrió que tras los pocos meses que estuvo como Secretaria de Salud la Lic. Lydia Madero García, llegó a ese importante cargo una doctora nacida en Los Altos de Chiapas, de nombre Gloria de Jesús Molina Gamboa, que  nunca le ha dado mantenimiento al hospital. Nunca, jamás durante todos los gobiernos corruptos del PRI, desde fines de los años 80 en que fue inaugurado el H. G. estuvo jamás en la lona. Hoy está a un paso de la tumba. 

Sus sucesivos directores siempre cumplieron con su chamba, hicieron su tarea para mantener al H. G. en altos niveles de servicio de calidad. Los directores que hicieron bien su chamba son Alejandro Tirado,  Américo Villareal Anaya y Jorge Salinas Treviño. Luego llegó el Gobierno panista y colocaron a Xico González Uresti como director. Hizo un excelente papel… pero para mal, para acabar con el H. G., en contubernio, complicidad con la Dra. Gloria de Jesús Molina Gamboa, que en medio de su incompetencia no aceptada, señala que el “Hospital General de Ciudad Victoria está funcionado al 100 por ciento”.  

El nosocomio está así debido a que nunca en este gobierno panista nunca le ha dado un adecuado mantenimiento a sus equipos. Lo primero que dejaron de funcionar han sido los elevadores…¿por qué? Dejaron de pagarle a la empresa que les daba mantenimiento. Y poco a poco empezó a deteriorarse. 

Cuando hacía campaña para ganar la gubernatura y las diversas presidencias municipales los azules decían jubilosos que traerían los Vientos de Cambio. Y vaya que han cumplido: acabaron con toda la eficiencia con la cual se trabajaba en el Hospital General de Ciudad Victoria para dejar en el abandono a una institución que tuvo sus días de alta eficiencia, para atender la salud de las familias de Ciudad Victoria y de los municipios de la zona centro del estado.  

Al desdén por el hospital se suma el maltrato y la soberbia con que los altos mandos y mandos medios del Gobierno de Tamaulipas se dirigen a los trabajadores burócratas, olvidando que una buena parte de su triunfo electoral fue gracias al voto de dichos empleados. No hay memoria ni agradecimiento para quienes hacen el trabajo para los tamaulipecos.  

         La ciudad capital sumida en el completo abandono, con baches en céntricas calles, y ya ni que decir en sus barrios y colonias populares. A CUIDARSE.