ORBE…
Por: Ma. Teresa Medina Marroquín.-
Al jurar Joe Biden como el cuadragésimo sexto Presidente de los Estados Unidos, la primera interrogante para México serán las grandes repercusiones que inevitablemente surgirán.
Las cuales se contextualizan en cómo serán las nuevas relaciones entre nuestro país y la aún primera superpotencia del mundo, básicamente en materia diplomática, comercial, migratoria y narcotráfico.
Fuera de la escena el insufrible Donald Trump y su peculiar amistad con Andrés Manuel López Obrador, uno de los primeros temas a dilucidarse está marcado para que sea (forzosamente) el caso de la DEA (Administración de Control de Drogas).
Y me refiero especialmente a las acusaciones del mandatario mexicano de que esta agencia antidrogas ha venido violando sistemáticamente la soberanía de México, por muchos años según acusa el tabasqueño. Incluyendo las “falsas” acusaciones a Salvador Cienfuegos.
Porque más allá de la crisis interna que evidentemente ha impactado a la Unión Americana, que en resumen destaca un país dividido e inmerso en una crisis grave y generalizada —–consecuencia de las elecciones inéditas y el radicalismo entre republicanos y demócratas, cuyos trasfondos interviniendo las élites son inmensos—–, es innegable que no sólo a Estados Unidos le conviene mantener una vecindad pacífica y productiva con su socio del sur, sin grandes altercados, excepto los que por teatro planetario se requieran.
Ambos flancos necesitan que la democracia y el Estado de derecho prevalezcan, reinventando una nueva forma de tratar con México, pues ya no sólo el socio del sur ha crecido en todos los aspectos sino que envía señales (aparentemente claras) de que ya no será el patio trasero de los Estados Unidos.
CIENFUEGOS Y LAS DOS CARAS: OCTUBRE Y ENERO
Sin embargo, sucesos muy difíciles estarán por venir en la relación bilateral entre ambas naciones.
Lo que no debe ocurrir, ocurrirá. Esto es, el “tapón” que evitará que todo fluya en la armonía hipócrita entre México y Estados Unidos. Y ese estorbo tiene nombre: Salvador Cienfuegos Cepeda.
Habrá poderosos intereses que recuerden que en la captura del ex secretario de la Defensa Nacional ocurrida el mes de octubre en el aeropuerto de Los Ángeles, López Obrador asumió una postura firme y valiente, casi validando lo que la DEA estaba llevando a cabo: detener y exhibir como nunca había ocurrido, al más alto mando militar de un sexenio mexicano.
Incluso todo mundo recuerda que AMLO amenazó suspender a militares y funcionarios involucrados con el caso de Cienfuegos. Aunque después reculó.
Y la pregunta es por qué lo hizo. Ahora en enero continúa defendiendo la presunta inocencia del general Cienfuegos. ¿Recibió presiones que rebasan sus poderes? Esa respuesta aquí no la sabemos. Pero lo que sí se sabe es que una gran parte de sus proyectos políticos tienen un respaldo militar, y el ejemplo es la construcción del aeropuerto de Santa Lucía y la administración de puertos y aduanas. Más el hecho de que en la seguridad pública el Ejército juega un papel protagónico.
Esta serie interminable de aclaraciones sobre lo anterior apenas comienza. Si a nivel federal insisten que en las cosas están tranquilas con el arribo de Biden a la Casa Blanca, podrían estar bastante equivocados.
RECONOCIMIENTO A PERSONAL DE HOSPITALES PRIVADOS
En gira de trabajo por Reynosa, el gobernador Francisco García Cabeza de Vaca reconoció públicamente al personal de salud de los hospitales privados, especialmente a aquellos que están en la primera línea de batalla contra la pandemia que azota a Tamaulipas y a todo el país.
El mandatario enfatizó que estos médicos, enfermeras, camilleros y personal en general que enfrentan al covid-19, han hecho un gran esfuerzo y dedicación atendiendo a los enfermos, como igual sucede con sus colegas de los hospitales públicos.
Asimismo se reconoció el trabajo de la iniciativa privada de las clínicas y hospitales privados, y su coordinación con el Gobierno del Estado, lo que ha permitido amortiguar la situación tan compleja provocada por la pandemia del Coronavirus.
¡Feliz fin de semana!
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