Entre Nos…

Por: Carlos Santamaría Ochoa.-

 

No podemos evitar tratar el tema que todos padecemos y que nos mantiene bastante enojados: la falta de agua en las casas nos pone de muy mal humor, más, cuando vemos casos en los que hay gente convaleciente que no tiene ni para enjuagar el sanitario, cuando entendemos que la clase política hace caso omiso a nuestras necesidades y se burla de sus votantes, aquellos que les dieron el voto para llegar a estar donde están, y que no pensábamos que serían tan deshonestos como lo han demostrado.

Pero revisar el mal redactado boletín de l Comisión Municipal de Agua Potable y Alcantarillado enoja aún más: no tenemos agua por otra negligencia, qe no es atribuible ni a Oscar Almaráz ni a Alejandro Etienne, sino a trabajadores que, realizando trabajos de mantenimiento reventaron un equipo que propició el cierre y carencia del vital líquido. A estas alturas, huelga explicar lo sucedido, porque todos lo sabemos.

Hartos estamos de que se culpe a otros; bastante es escuchar en las mañaneras de todos los días a un mal presidente, pésimo estadista, culpar a los gobiernos del PRI y del PAN de lo que es México, y con actitudes infantiles pretender imponer su voluntad, carente de lógica y de sentido común

El alcalde de Victoria, ni siquiera tuvo el valor de salir a decir qué sucedió. Seguramente estaría bien resguardado en un salón de Zumba, o arropado con quién sabe cuántas unidades de bebidas que ayudan a mitigar las penas, para pensar que el agua vendría sola, o que un diluvio como milagro podría salvarle.

No sucedió, ni lo uno, ni lo otro, y el alcalde, a la fecha, no da muestras de vida.

Padecemos una administración donde el nepotismo está a flor de piel y no sabemos los ciudadanos cuales son los mecanismos legales para demandar que se vayan y que nos gobiernen quienes puedan dar respuesta a las necesidades básicas de una población que urge soluciones.

Todos demandamos que el actual alcalde deje su puesto a alguien con capacidad y honestidad, que no siga desviando dinero en adjudicaciones a miembros de su familia, pero en este caso, que hagan realmente trabajos de mantenimiento en lugar de andarse quejando y culpar a las administraciones pasadas.

Xicténcatl nunca supo lo que sería gobernar Victoria, y lo peor es que aún no lo sabe: supone que caprichos como la obra del 17 Carrera Torres es gobernar, y se olvidó de nuestras necesidades. No hablemos de los baches y la ciudad destrozada, sino del agua.

Es inhumano que a 40 grados no haya agua en la ciudad, y eso debería ser sujeto a una intervención de la Comisión de Derechos Humanos en automático.

O qué esperan, ¿Qué haya muertos por deshidratación? Urgen acciones de mantenimiento de las redes de agua, que ya no se roben los recursos y se pongan a trabajar.

Se está exhortando a la ciudadanía a formar un frente único para demandar ante la autoridad correspondiente que se destituya a un alcalde cuya funcionalidad ha quedado ajeja, cuya honestidad no existe y cuya capacidad política siquiera no asoma ni por error, y que lejos de enfrentar y solucionar los problemas, se vanagloria de sus bailes de zumba callejera y procaz y amenaza con demandar a quien hable o escriba de él en forma negativa.

¿Se puede escribir algo positivo de alguien así? Pregunta la ciudadanía.

Victoria clama agua y que se pongan en funcionamiento las obfas, que se arregle la red, y que no se gaste en tonterías u otro tipo de obras; ¿cómo hacerle entender al gobierno que lo que queremos es agua? Y el Congreso, nuestros diputados, ¿Qué han hecho para nosotros, por representarnos y exigir solución a este problema? No se vale, sinceramente, que nosignoren, ni el Congreso, ni la autoridad -utópica- municipal, pero tampco el gobierno estatal. Queremos ser escuchados y atendidos en un rubro: agua potable.

¿Es mucho pedir?

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