No, no crea que le hablamos de una vieja telenovela mexicana protagonizada por VERONICA CASTRO y ROGELIO GUERRA, no, a lo que nos referimos es algo más real, aunque también tiene su toque tele novelesco.

Mire lo que son las cosas, antes los morenos se manifestaban en contra de los güeritos y ahora aparecen güeritos manifestándose en contra de los morenos.

Sucede en estos tiempos lo que jamás imaginamos sucedería, antes en las manifestaciones veíamos que la mayoría era gente con carencias económicas, de piel morena, pobres que muchas veces acudían a las marchas sin saber a ciencia cierta porque o contra que protestaban y ahora hasta los ricos salen a protestar contra el sistema.

Ahora hay variedad, siguen los malvados utilizando la gente buena llevándola a marchas y manifestaciones para conseguir un fin que por  lo general solo beneficia a quienes pagan u orquestan las movilizaciones, pero ahora la variante es que los que antes en la comodidad de su hogar, o en algún club social ni se enteraban que la gente reclamaba atención a las autoridades se vieron obligados a salir de su confort, ponerse sus zapatos cómodos y caminar cuadras para levantar la voz en contra del Presidente de la Republica. ¡Sí que las cosas cambian!

Por ejemplo en las  marchas que se realizaron el domingo en la CDMX y otras ciudades del país predominaba la gente de tez blanca y bien vestida, razón por la que se ganó el título de manifestaciones fifís.

No cabe duda que ahora no solo los pobres tienen urgencia de ser escuchados, los de la clase acomodada también sienten la necesidad de manifestarse, quizá porque ahora tienen que trabajar y es algo a lo que no estaban acostumbrados ya que vivían del sistema.

Razón por la que los adinerados y hasta  los que viven de las apariencias, dejaron la pose a un lado y salieron a las calles en señal de protesta contra el supremo gobierno, como dijera la vecina, ahora los ricos también lloran.

Insistimos, todas las manifestaciones son legítimas, pobres y ricos, sean del color que sean tienen derecho de salir a las calles a reclamar cuando se siente que se atenta en contra de sus derechos, libertades o economía.

Aquí la situación que llamo la atención es que a diferencia de otros tiempos que solo se veía en las manifestaciones gente necesitada o motivada por algún partido político, ahora también orquestan marchas los de la clase acomodada.

En fin, la situación es que ahora en las calles los ricos también lloran.